Rocío Soledad Chaparro, una mujer que desapareció el pasado 3 de diciembre, ha sido detenida y está siendo investigada por violación del deber de cuidado, abandono y otros hechos tras haber abandonado a sus hijos pequeños sin dejar rastro.

Sus hijos, menores de edad, tuvieron que ser rescatados por la Defensoría de la Niñez y Adolescencia al encontrarse en situación de vulnerabilidad tras la marcha de la mujer, según informa La Nación.

Tras su desaparición, envió un mensaje de texto a su marido y no volvió a comunicarse con ningún miembro de la familia. A raíz de esto, las autoridades comenzaron el proceso de búsqueda de la mujer, quien finalmente se presentó de manera voluntaria en una comisario de Limpio, en Paraguay, junto con su nueva pareja.

En ese mismo momento, la mujer quedó detenida imputada por un delito de "violación del deber de cuidado y abandono". La implicada confesó a las autoridades que se marchó de su domicilio sin intención alguna de volver.

Agentes de la Policía Local de Elche (Alicante) han detenido a una mujer como presunta autora de un delito de abandono de menor después de encontrar, tras recibir un aviso vecinal, a su hijo de dos años encerrado en el patio de luces de una vivienda, solo, llorando, mojado por la lluvia y por su propia orina, debajo de una sombrilla.

Según ha informado el consistorio ilicitano en un comunicado, los hechos sucedieron sobre las 12.00 horas del pasado 27 de noviembre cuando se recibió un aviso vecinal en el que se alertaba del llanto de un niño de corta edad durante cerca de una hora, una situación que llamó la atención por "anómala" a las personas que alertaron a la Policía.

Una Unidad Territorial de Policía Local se dirigió al lugar, donde pudo confirmar el lloro procedente de un patio de luces. Con la colaboración de una de las vecinas colindantes y la ayuda de una escalera comprobaron la presencia de un menor, de unos dos o tres años, que estaba en pijama, bajo una sombrilla de playa y sobre una colchoneta para mascotas, mojado por la reciente lluvia y su propia orina.

El niño se mostraba "claramente nervioso y tembloroso" por el frío, por lo que uno de los agentes accedió al patio para auxiliarlo. Debido a la corta edad del menor, no fue posible que explicara cómo había llegado allí y el motivo. El policía sacó al pequeño del lugar para ser atendido correctamente por la otra componente de la patrulla.

El agente que se encontraba en el patio trató de acceder a la vivienda para esclarecer lo sucedido y por si existiese un riesgo para terceras personas, pero se encontró la puerta de acceso y ventanas cerradas.

A través de una de las ventanas vio a un chico de 17 años durmiendo y, tras conseguir despertarlo, el joven les indicó que desconocía que su hermano se encontrara llorando y que ignoraba el paradero de su madre, mientras que suponía que su padre se encontraría trabajando. Igualmente se comprobó que la puerta de acceso al patio de luces estaba atrancada con muebles y las ventanas cerradas desde el interior.

Mientras la dotación policial se encontraba realizando gestiones para localizar a los padres de los menores, se personó en la vivienda la madre con otro de sus hijos. La mujer, que explicó que se había acudido al dentista y desconocía qué había pasado, quedó detenida por un delito de abandono de menores.

El niño fue trasladado a un centro de salud para su valoración médica, que determnió que se encontraba en buen estado y posteriormente fue trasladado hasta el Hogar Provincial por una dotación de la Unidad de Menores y personas Vulnerables (UMEV) y el resto quedó al cargo de los abuelos.