En Lago de Furnas, en Brasil, ha ocurrido un terrible accidente. Una inmensa pared del acantilado se ha desprendido cayendo sobre dos embarcaciones. De momento, hay cinco fallecidos confirmados y 34 heridos, nueve de ellos hospitalizados. Aún se investigan los motivos que han provocado el derrumbe. Los bomberos creen que se debe a un debilitamiento del terreno a causa de las fuertes lluvias de los últimos días.
Al menos cinco personas murieron y 20 están desaparecidas al precipitarse este sábado una enorme pared rocosa de un cañón sobre unas lanchas turísticas en un lago del estado brasileño de Minas Gerais, que sufre un fuerte temporal de lluvias en los últimos días.
El comandante del Cuerpo de Bomberos de Minas Gerais, Edgard Estevo, informó en una rueda de prensa de que otras 34 personas resultaron heridas, aunque 23 de ellas sufrieron apenas lesiones leves y ya han recibido el alta médica.
El accidente ocurrió sobre las 11.00 hora local (14.00 GMT) en el lago Furnas, un punto turístico del municipio de Capitólio (sureste), cuando un bloque de piedra de grandes dimensiones cayó desde una altura de cinco metros sobre tres embarcaciones, dos de las cuales fueron sepultadas por completo.
Un vídeo que circula en redes sociales y cuya autenticidad fue confirmada a Efe por los bomberos muestra el momento en que la enorme roca se desprende de la pared del cañón y se precipita sobre el grupo de lanchas que se encontraban en el lago.
En otro vídeo instantes antes del accidente se observa a las embarcaciones afectadas intentando alejarse de la pared del cañón, entre las advertencias y los gritos de las personas que se encontraban en las lanchas de alrededor.
"Hasta ahora están confirmados cinco óbitos y trabajamos con la posibilidad de 20 personas desaparecidas en este momento. Estamos recogiendo informaciones para certificar que esas personas estaban en el local" del accidente, dijo Estevo a los periodistas.
Los bomberos, que continuarán con la búsqueda solo hasta la noche por cuestiones de seguridad, sospechan que las fuertes precipitaciones de los últimos días presionaron las paredes del cañón, lo que pudo haber provocado el deslizamiento.
El portavoz del Cuerpo de Bomberos de Minas Gerais, Pedro Aihara, explicó en declaraciones al canal 'GloboNews' que esa región de cañones está formada por rocas sedimentarias "más susceptibles a las acciones del viento y las lluvias" y, por tanto, "presentan una resistencia menor".