El derecho al voto en Estados Unidos se convierte en el punto de partida de las elecciones de 2022 para los demócratas
El objetivo de los demócratas ahora es dejar en evidencia a los republicanos, tras el bloqueo de una ley con sus propias propuestas, haciendo del derecho al voto uno de los ejes principales de la campaña electoral que ya ha comenzado
La carrera entre republicanos y demócratas para ganar las elecciones intermedias que decidirán la formación de un tercio del Senado y los 435 escaños de la Cámara de Representantes, dentro de año y medio, acaba de dar el pistoletazo de salida. Y lo ha hecho con la reivindicación del derecho al voto en la última votación que ha tenido lugar en la Cámara Alta, el martes pasado.
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Una votación que perdieron los demócratas en su intento de reforma electoral, a través de la llamada Ley para el Pueblo, con el fin de contrarrestar las leyes restrictivas que los republicanos han puesto en marcha a nivel estatal, con el fin de limitar el acceso al voto de las minorías y evitar una nueva victoria de sus rivales políticos
Una propuesta diferente
Pero esta ha sido una votación distinta por varias razones. La primera, porque se sabía perdida de antemano. La segunda, porque la propuesta ha tenido detractores no solo entre las filas conservadoras sino entre los propios demócratas, algunos de los cuales buscaban un consenso más amplio entre ambos partidos mayoritarios para realizar la reforma electoral más ambiciosa de las últimas décadas.
El principal crítico con la Ley para el Pueblo durante este tiempo, curiosamente, ha sido el senador demócrata por Virginia Occidental, Joe Manchin, que ha defendido cierta línea de consenso con los republicanos, hasta el punto de amenazar con votar en contra de la propuesta original de su propio partido. Y lo hizo con el apoyo de líderes progresistas de la talla de Barak Obama y Stacey Abrams, lo que creó alarma en las filas demócratas y dio lugar a una reunión previa a la votación, entre Joe Biden y Manchin, para acercar posturas.
Eje de la campaña electoral
Finalmente Manchin votó a favor de la Ley para el Pueblo en el Senado, el martes pasado, no sin antes haber conseguido que se llevase a la Cámara Alta una versión del proyecto original que recogía tanto propuestas conservadoras como progresistas. Y con ello dio lugar a algo que será importante a partir de ahora: hacer de la defensa del derecho al voto uno de los ejes principales de la campaña electoral, que ya ha comenzado, poniendo en evidencia a los republicanos al demostrar que su único objetivo es bloquear las acciones de sus rivales, sin importar de qué se traten.
Y es que la reacción de los republicanos a la Ley del Pueblo se basó en bloquear una serie de premisas, solicitadas por ellos mismos, que finalmente habían sido incluidas en la propuesta de Manchin. Lo que a juicio de los demócratas demuestra que los conservadores nunca tuvieron ninguna intención de defender la seguridad electoral, según su argumento inicial, sino boicotear las acciones progresistas, de partidista, independientemente de su contenido.
Decepción y estrategia
A partir de aquí la administración Biden ha encontrado un objetivo y un argumento: usar la defensa del derecho al voto como estandarte de su campaña electoral de cara a 2022, intentando demostrar que a pesar de una búsqueda de consenso con los republicanos no es posible tenerles como socios de gobierno para reformas de calado.
“Ahora, los senadores republicanos pueden habernos impedido tener un debate sobre el derecho al voto hoy, pero quiero ser muy claro sobre una cosa: la lucha para proteger los derechos electorales no ha terminado. De ninguna manera. En esta lucha, este voto ha sido el pistoletazo de salida, no la línea de meta”, dijo el líder demócrata del Senado, Chuck Schumer tras el bloqueo republicano.
Indignación de Kamala Harris
También la vicepresidenta Kamala Harris se pronunció duramente, a través de un comunicado, tras constatar que el resultado de la votación daba al traste con las posibilidades de cualquier cambio legislativo al respecto. “Hoy, en toda nuestra nación, somos testigos de ataques sin precedentes contra el derecho al voto. Hay docenas de legislaturas estatales que limitarían la votación anticipada y el voto por correo y, de otro modo, dificultarían el voto del pueblo estadounidense”, señalaba.
“Nuestra democracia es más fuerte cuando todos participan y es más débil cuando a las personas se las niega un acceso significativo a la participación. Y por eso el derecho al voto no es ni demócrata ni republicano. El derecho al voto es estadounidense”, añadió en clara alusión a la necesidad de acuerdos en ciertos temas.
La propuesta demócrata
El texto final, cuya primera versión antes de los cambios propuestos por Manchin ya fue aprobado en el Congreso el pasado mes de marzo, gracias a la mayoría demócrata, incluía una serie de reformas a la ley actual -algunas de ellas defendidas por los republicanos- como la creación de comisiones independientes y el incremento de los presupuestos para evitar interferencias de los partidos, el registro previo de votantes y la obligación de que los estados ofrezcan el voto por correo con una anticipación, de al menos 15 días, sobre la fecha estipulada para el voto.
Como recoge Europa Press, Biden también arremetió contra “el sólido muro republicano” que impedía “debatir o considerar una legislación para proteger el derecho al voto y nuestra democracia”. Y, al igual que su vicepresidenta, incidió en que “la lucha está lejos de haber terminado”. Toda una declaración de intenciones de cara a la batalla electoral que acaba de empezar.