Las protestas en Estados Unidos continúan por décimo tercer día consecutivo tras la muerte de George Floyd el pasado 25 de mayo a manos de un policía en Mineápolis. Las marchas se han producido un día más durante la noche en varias ciudades estadounidenses para alzar la voz y pedir justicia por el afroamericano fallecido.
En Mineápolis la ciudad en la que fue asesinado, la policía va a ser desmantelada y reconstruida para crear un nuevo modelo que garantice la seguridad de todos los ciudadanos.
Desde que George Floyd fuera asesinado el pasado mes de mayo, Estados Unidos se ha unido en el mismo grito. Decenas de miles de ciudadanos, familias enteras contra el racismo y la brutalidad policial, como reacción a la muerte del ciudadano afroamericano. Una víctima negra, otra más, la última de una larga lista que ha desencadenado la mayor movilización antirracista en décadas.
Por su parte, el presidente del país, Donald Trump, ordenaba este domingo la retirada de la Guardia Nacional de Washington D.C. tras verificar la ausencia de incidentes durante las marchas de protesta, sobre las que el mandatario aseguró que acudió menos gente de la que pensaba.
El presidente ha avisado de que los guardias "regresarán a casa, pero pueden volver (a Washington D.C. rápidamente, si es necesario", ha avisado antes de valorar a la baja el número de asistentes a las manifestaciones. "¡Anoche se presentaron muchos menos manifestantes de lo previsto!", proclamaba.
Trump también ha repudiado los planes de reforma policial que el candidato a la Presidencia por el partido Demócrata, Joe Biden, y la bancada afromericana de la formación quieren plantear a partir de la próxima semana para impedir que se repita una muerte como la de Floyd, asfixiado por el entonces agente de Policía Derek Chauvin, que ha sido imputado por asesinato en segundo grado por aplastar con la rodilla el cuello de la víctima durante casi nueve minutos.
"El 'dormilón' de Joe Biden y la 'Izquierda Demócrata Radical' quieren retirar los fondos a la Policía. Yo quiero una Policía bien pagada. ¡Quiero ley y orden!", ha concluido. El partido Demócrata ha aclarado que esos planes no suponen una retirada de fondos sino una reestructuración de los mismos para mejorar las tácticas de detención y reducir el armamento militar del que disponen las fuerzas de seguridad norteamericanas.