El esperado debate electoral en Francia entre Emmanuel Macron y Marine Le Pen duró casi tres horas y reveló a un presidente agresivo y mejor preparado que la aspirante Marine Le Pen (AN) . Vladimir Putin y sus vínculos con la líder de la ultraderecha, fue uno de los puntos más candentes del cara a cara en el que los analistas vieron superior a Macron.
Le Pen optó por mantenerse a la defensiva y no repitió los errores de hace cinco años cuando perdió los papeles. Eso la llevó a perder su agresividad y el ritmo, según los sondeos que señalan a Macron como el ganador del debate con una buena defensa de sus argumentos.
El actual presidente, que busca la relección en los comicios del 24 de abril, y la cabeza del partido ultraderechista Agrupación Nacional pusieron sobre la mesa sus argumentos sobre los diversos temas que centran la atención de la sociedad francesa, entre ellos la inmigración, el medioambiente, la economía.
El actual presidente, Emmanuel Macron, sacó pecho en la gestión de las crisis que han enfrentado durante su quinquenio: la pandemia del Covid-19 y la guerra en Ucrania, sobre las que aseguró que había intentado tomar “las mejores decisiones”. El mandatario aseguró que construiría una Francia independiente, con unas fuertes relaciones con Europa con mejoras de la vida cotidiana.
La laicidad y el referéndum sobre la inmigración y la prohibición del velo islámico, todas propuestas de Marine Le Pen, generaron los intercambios mas vivos. Macron le advirtió que la prohibición del velo islámico generaría” la guerra civil” en los suburbios y convertiría a Francia en el primer país en vetar en los lugares públicos una prenda de carácter religioso.
Una Marine Le Pen mostró mucho más entrenamiento mediático pero no consistencia, ni control en sus propuestas económicas, europeas o ecológicas, aunque explícitamente anti europea como siempre y, sorpresivamente, solidaria con Ucrania.