Casi una cuarta parte de la población mundial se enfrenta a una escasez de agua casi inminente. Un total de 17 países están sufriendo niveles extremadamente altos de estrés hídrico y los grifos en estas regiones pronto se secarán.
El Water Risk Atlas del Instituto de Recursos Mundiales (WRI) ha publicado un informe que clasifica el estrés hídrico, el riesgo de sequía y el riesgo de inundación fluvial en todo el mundo. "La agricultura, la industria y los municipios están consumiendo el 80% de las aguas superficiales y subterráneas disponibles en un año promedio" en los 17 países más afectados, que son Qatar, Israel, Líbano, Irán, Jordania, Libia, Kuwait, Arabia Saudí, Eritrea, Emiratos Árabes Unidos, San Marino, Bahrein, India, Pakistán, Turkmenistán, Omán y Botsuana.
"Cuando la demanda compite con la oferta, incluso los pequeños terrenos secos, que aumentarán debido al cambio climático, pueden producir graves consecuencias", como ha ocurrido en las recientes crisis en Ciudad del Cabo, Sao Paulo y Chennai, apunta Andrew Steer, CEO de WRI. "El estrés hídrico es la mayor crisis de la que nadie habla. Sus consecuencias están a la vista en forma de inseguridad alimentaria, conflicto y migración e inestabilidad financiera '', agrega.
Otros 27 países conforman la lista de "alto estrés hídrico de referencia", e incluyen a Grecia, Bélgica y Portugal. Oriente Medio y el norte de África albergan a 12 de los países más estresados, mientras que India, que ocupa el puesto 13, tiene más de tres veces la población de los otros 16 en su categoría combinada. "La reciente crisis del agua en Chennai atrajo la atención mundial, pero varias áreas de la India también están experimentando un estrés hídrico crónico", explica Shashi Shekhar, ex secretaria del agua de la India, que añade que el informe de WRI podría ayudar a las autoridades a identificar y priorizar los riesgos.
Incluso los países con un bajo estrés hídrico promedio pueden tener puntos críticos, advierte el informe. Si bien Estados Unidos ocupan un lugar cómodo en la lista, el estado de Nuevo México se enfrenta al estrés hídrico a la par de los Emiratos Árabes.