Comparten una frontera de 1.200 kilómetros, pero la pandemia del coronavirus les afecta de forma desigual. ¿Por qué el Covid-19 no golpea con tanta fuerza a Portugal como a España?
España (con una población de 46,6 millones) suma más de 135.00 casos y 13.055 muertos. Portugal (con más de 10 millones de personas) tiene 11.730 contagios confirmados y 311 fallecidos.
Irrupción del virus más tardía. Su llegada al país luso fue posterior.
El medio francés France Inter ha llegado a hablar "del misterio portugués" frente al Covid 19. "Su situación geográfica" en el extremo oeste de Europa ha permitido al país "ver venir" lo que estaba ocurriendo en Italia, España y Francia, asegura. Y, ellos sí, han aprendido la lección.
Respuesta más rápida. Portugal vio lo que estaba pasando en el país vecino y decidió actuar. Su reacción fue más ágil que la de España y otros países europeos.
En ese momento, esas medidas extremas anunciadas por el Gobierno portugués -con un número leve de contagios- causaron cierta sorpresa.
Compromiso ciudadano. Tanto las autoridades españolas como las portuguesas han alabado la responsabilidad de sus ciudadanos en el respeto de las medidas de confinamiento.
Test masivos. Portugal, como España, garantiza la sanidad gratuita y universal. Ha optado por los test masivos para frenar la propagación de la enfermedad. Se han llevado 110.000 pruebas de diagnóstico desde el pasado uno de marzo, según ha informado el secretario de Estado de Salud, António Sales. El gobierno ha anunciado que quiere doblar el número de respiradores en las UCIs.
El apoyo de la oposición conservadora al Gobierno de izquierda en la crisis. La oposición política ha eludido la crispación y ha apoyado las líneas generales de la actuación del Ejecutivo. Sus críticas se refieren a cosas concretas, como la escasez de material sanitario o la situación en las residencias de ancianos.
Hace unos días, el Gobierno del país amplió por dos semanas más el estado de emergencia. Ahora su preocupación son las vacaciones de Semana Santa y evitar que los ciudadanos relajen su actitud ante el confinamiento. Aunque se confirma la desaceleración en la expansión de los contagios, el primer ministro advierte: "Es pronto para ver la luz al final del túnel".