Poco a poco todos los países atienden a las advertencias de la OMS para combatir el coronavirus. Cuestionables son los métodos que usa la policía en Bombay, en India, a bastonazos contra todo aquel que se salta el confinamiento improvisando un gimnasio en plena calle.
Por su parte, las tribus indígenas brasileñas, las más azotadas por otras epidemias, temen que el coronavirus vuelva a golpear duramente sus poblaciones y en las afueras del país se fumigan las favelas.
También se fumigan las Pirámides de Egipto, cerradas ahora al público, mientras en la capital los comercios echan el cierre minutos antes de que comience el toque de queda a las 7 de la tarde.
Las fuerzas kurdas recorren las calles de Siria pidiendo a la gente que no salga de sus hogares aunque desde Naciones Unidas aseguran que es necesario un alto al fuego para combatir eficazmente la propagación.
Mientras, en Honduras, el aislamiento, está poniendo en jaque a las poblaciones más pobres que sin agua corriente y viviendo al día sobreviven gracias a las bolsas de comida que les llevan los militares.
A pesar de las inclemencias del tiempo el Ejército ha trasladado 3000 camas a este centro de exposiciones que ya funciona como un hospital.
Y, terminamos el recorrido en Indonesia, donde trabajan a contra reloj en un estadio donde esperan trasladar nuevos casos positivos en los próximos días.