Un periodista birmano ha sido condenado a dos años de prisión por haber difundido erróneamente que la causa de muerte de una persona era el coronavirus. Lo hizo a través de su página de Facebook y las autoridades de Karen, estado al que pertenecía el fallecido, lo desmintieron.
Tras ser negada su información, el periodista fue arrestado. El caso se llevó a juicio y la resolución fueron los dos años de prisión para el mismo, tal y como ha informado su propio abogado. La decisión se apoyaba en la ley de su Código Penal que castiga toda noticia que pueda provocar el miedo en la población.
No obstante, no es la primera vez que ocurre algo así. En los últimos años, la libertad de prensa en Birmania se ha visto limitada. El año pasado, dos periodistas de la agencia Reuters abandonaron la prisión después de 500 días. Fueron condenados a siete años por la publicación de varios artículos sobre la crisis de los refugiados rohingya.
Desde Reporteros Sin Fronteras (RSF), ya han salido en su defensa. Aseguran que el objetivo del periodista era sacar a la luz la realidad de las cifras de fallecidos: "Trató de esclarecer el número real de muertos por coronavirus en Karen".
Esta nueva condena busca despertar el temor en los periodistas que ejercen en la zona. Pero al frente se encuentra RSF, que ya ha reclamado a los mandos que todos los periodistas encarcelados sean liberados.