Fuera de nuestras fronteras, en Italia entra hoy en vigor el nuevo confinamiento decretado por el presidente Mario Draghi.
Del 3 al 5 de abril, días de las vacaciones de Semana Santa en Italia, todo el país entrará en la conocida como 'zona roja' en la que los restaurantes solo pueden servir a domicilio o para llevar y se prohíben los viajes interprovinciales, así como se limita el número de visitas a otros domicilios a una diaria y con un máximo de dos personas.
En esta misma zona de riesgo, se situarán también desde el 15 de marzo hasta el 6 de abril las provincias que registren una incidencia a siete días de más de 250 casos por 100.000 habitante, es decir, 11 regiones están afectadas por la medida, 40 millones de italianos.
"(Las medidas) son necesarias para evitar un agravamiento que haría inevitables medidas aún más estrictas", ha señalado el primer ministro, Mario Draghi, en su visita a un centro de vacunación, en declaraciones recogidas por 'La Repubblica'.
Draghi ha asegurado ser "consciente" de que las nuevas restricciones tendrán consecuencias "en la educación de los niños, en la economía y el estado psicológico de todos", pero ha remarcado que "hay una nueva ola de infecciones" que exige "máxima cautela".
Además de los confinamientos, durante el periodo entre el 15 de marzo y el 6 de abril desaparecerá la conocida como 'zona amarilla', el nivel de riesgo leve, y todas las regiones que estaban en esa franja pasarán a la naranja de riesgo medio.
El primer ministro, además, ha recalcado que el objetivo es "triplicar" la velocidad de vacunación gracias a la aprobación de nuevas vacunas y la llegada de más dosis al país.
Draghi también ha anunciado un lote de medidas sociales que buscan paliar los efectos de este nuevo confinamiento como son las ampliación del fondo de despidos, la baja paternal, un bono de cuidado de hijos de 100 euros semanales para autónomos, sanitarios y fuerzas de seguridad o el derecho al teletrabajo, según recoge la agencia AdnKronos.
Italia ha experimentado en el último mes un alza de contagios, debido a la irrupción de variantes con más capacidad de transmisión del virus, que se ha traducido a un incremento de la ocupación hospitalaria.