El Juzgado de lo Penal de Marne, al norte de Francia, después de cinco días de audiencia, ha condenado a 20 años de prisión al padrastro de Tony, un niño de tres años que falleció en 2016 tras sucumbir a sus palizas, informan medios locales.
Caroline Letoile, la madre del pequeño, ha sido condenada a tres años de cárcel por no denunciar los malos tratos de su pareja, Loïc Vantal, sentenciado por violencia intencionada con resultado de muerte. "Tuve un comportamiento inaceptable. Merezco ser condenado", indicó Vantal, quien reconoció haber agredido a su hijastro, pero sin la voluntad de matarlo.
El mismo día de la muerte de Tony, la madre, que en ese momento tenía 19 años, llamó a los servicios de emergencia para informar de que el niño estaba inconsciente. Mientras se encontraba a la espera y sin saber que la llamada estaba siendo grabada se le oye dirigirse a su pareja y afirmar "dije que se cayó por las escaleras".
"Las escaleras sirven, ¿verdad?. Las escaleras del apartamento...Y estoy ocultando todas las cosas de la discusión", se le escuchó asegurar durante la llamada.
Cuando la Policía llegó al lugar, encontraron el cuerpo de Tony cubierto de hematomas y fue declarado muerto esa misma noche en un hospital. El informe de la autopsia identificó 60 hematomas, incluidos "23 en la cabeza". Asimismo, reveló cinco costillas rotas, una fractura de cadera y nariz, frenillo del labio superior desgarrado y fractura de bazo y páncreas, revelándose que el pequeño había agonizado varios días antes de morir, el 26 de noviembre de 2016.