Una mujer ha sido sentenciada a 20 años de prisión tras ser declarada depredadora sexual. Marissa Mowry trabajaba como niñera cuando violó a un menor en Florida (EE.UU.) y se quedó embarazada de éste.
El hecho permaneció en secreto varios meses después de que diese a luz. Fue el adolescente el que confesó que el recién nacido era hijo suyo.
Según medios locales, las autoridades han determinado que los abusos comenzaron cuando el niño tenía 11 años y la mujer 22. Actualmente la condenada tiene 28 años y la víctima, padre de un niños de cinco años, ha cumplido 17 años.
La acusada, que fue detenida en 2017, ha sido condenada por agresión sexual infantil agravada por ser una persona con autoridad sobre la víctima.
Durante su sentencia, Mowry permaneció en silencio y aceptó los cargos mientras que la madre del menor, ahora padre de un niño de 5 años, sentenciaba que su hijo no ha podido disfrutar de su infancia.