El suceso tuvo lugar en octubre de 2017. Los ancianos padres adoptivos de Dericka, Grace y James Smith, le propinaron algunos golpes para castigarla por ser desordenada y por pelear con su hermana de ocho años. Después llamaron a Veronica Posey para que los ayudara en el castigo.
La mujer condenada a prisión perpetua tomó una regla y empezó a azotar a la niña de 9 años. Luego todos ellos obligaron a la niña a arrodillarse frente a un sillón e inclinó su cuerpo hacia adelante para que su cabeza quedase boca abajo sobre el cojín. Fue entonces cuando Veronica Posey se sentó sobre la niña y, seis minutos después, ella murió, tal y como recoge 'La República'.
"Tenemos una niña de diez años que bien está fingiendo o no está respirando en este momento", explicó Posey al llamar al 911. "Ella tenía un cuchillo e iba a cortar a su tío y a su tía, hablándoles con una falta de respeto y vine aquí para corregirla y ella estaba luchando contra nosotros y la hice sentar en una silla y ella no quería moverse, así que cuando la solté y le dije que se levantara, ella no se levantó " declaró a la línea de emergencia.
Gracias a los juicios se sabe que antes de llamar al 911 la mujer intentó reanimarla colocando amoníaco cerca de su cara y luego le tiró agua. No obstante, la menor ya estaba muerta.
El médico que practicó la autopsia declaró que estaba horrorizado por la magnitud de las heridas de la menor. Por su parte, el abogado de Veronica Posey, Michael Griffith, intentó defender a su cliente argumentando que ella solo trató de ayudar a los Smith sin intención alguna de lastimar a Dericka.
James Smith, padre adoptivo de Dericka, fue condenado a 10 años de prisión. Las enfermedades mentales y físicas de Grace Smith, madre de la niña, impiden que sea juzgada, pero si se recupera enfrentará los cargos criminales por negligencia y maltrato infantil, según establece la justicia de estadounidense.