Así es el tratamiento estético 'CoolSculpting' que "desfiguró" a la modelo Linda Evangelista
El 'CoolSculpting' es un tratamiento estético que congela las células grasas de las zonas en las que se aplica, disminuyendo su volumen
Este tratamiento es menos invasivo que una liposucción y no necesita recuperación, por lo que se ha vuelto muy popular
La modelo Linda Evangelista tuvo un efecto adverso con este tratamiento que provocó que su grasa creciera y que ha deformado parte de su cara y cuerpo
El CoolSculpting, un tratamiento estético de criolipólisis que congela la grasa corporal provocó un efecto adverso en la modelo Linda Evangelista, que fue diagnosticada con HAP, una enfermedad que "desfiguró" su cara y su cuerpo y no ha podido subirse a una pasarela desde entonces.
El CoolSculpting es una tecnología que utiliza frío para congelar las células grasas que se quieren eliminar sin dañar el resto del tejido. De esta forma se reduce el número de células grasas en la zona tratada, aunque no se trata de un tratamiento que permita bajar de peso.
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Cómo funciona el tratamiento CoolSculpting
Esta técnica se desarrolló en 2008 y, en ella, un dermatólogo o cirujano plástico aplica un gel en la piel, para proteger la zona, y después coloca unos aplicadores que enfrían la piel hasta justo por encima del punto de congelación. El tratamiento dura entre 30 minutos y dos horas y suelen ser necesarias varias sesiones. Con este tratamiento se consigue matar las células grasas pero sin dañar nervios y músculos.
Sus resultados no son inmediatos, sino que las células necesitan varios meses para morir, pero es un tratamiento mucho menos invasivo que la liposucción por lo que no requiere tiempo de recuperación. Durante el tratamiento, los pacientes pueden sentir una sensación de tirón y de frío hasta que la piel se adormece. Y aunque no ayuda a perder peso, sí que reduce volumen.
El efecto adverso que sufrió Linda Evangelista
La modelo se sometió a este tratamiento en varias sesiones entre 2015 y 2016, pero al poco tiempo empezó a ver protuberancias que se endurecían y perdían sensibilidad. Intentó hacer ejercicio y comer más saludable pero su cuerpo no mejoraba.
Finalmente acudió a un médico que le diagnosticó hiperplasia adiposa (HAP), un efecto adverso que no tiene cura y que consigue el efecto contrario: que la grasa se expanda. Desde entonces se ha sometido a dos liposucciones, pero no ha conseguido recuperar su cuerpo anterior.