Los enfrentamientos entre fuerzas iraníes y rebeldes kurdos en la frontera con Irak han causado la muerte de dos civiles y han llevado a cientos de personas a abandonar sus hogares, según han asegurado este lunes autoridades locales y agencias humanitarias.

Las tropas del Ejército iraní combaten en la zona contra el Partido por una Vida Libre del Kurdistán (PJAK), escisión del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).

El Comité Internacional de la Cruz Roja ha dicho que ha asistido a más de 800 desplazados en el norte de Irak después de que todos ellos hayan huido de las montañas de Qandil. El directo del hospital local de Sidakan, Ali Muhamad Ibrahim, ha confirmado la muerte de dos civiles a causa de los bombardeos, atribuidos por las autoridades kurdas a Irán.

"Hubo explosiones dentro de la aldea. Podía ocurrir en cualquier momento", ha explicado Muhamad Abdulá, de 26 años, que abandonó la aldea de Swune. "Algunas veces los bombardeos eran a las tres de las mañanas, otras al amanecer y a veces por la tarde", ha relatado.

La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) ha proporcionado a los desplazados una clínica temporal y suministros de ayuda.