Miles de personas se han manifestado de forma simultánea en más de 50 ciudades colombianas para protestar por el asesinato de cientos de activistas por los derechos humanos, una serie de asesinatos violentos que el país no ha podido sofocar a pesar del acuerdo de paz de 2016 firmado con las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia), que dejaron las armas y se introdujeron en la vida política democrática.
Desde entonces han sido varias las matanzas perpetradas por grupos paramilitares y grupos de extrema derecha, que han asesinado a 486 personas –casi todos líderes sociales-, según el defensor del pueblo de derechos humanos colombiano, 292 según el fiscal general de Colombia o 734 según el grupo de expertos de paz y desarrollo INDEPAZ. Los asesinados son activistas por los derechos humanos, activistas que han luchado contra el narcotráfico o la minería ilegal o a favor de causas ambientales.