Tremendo susto el que se han llevado los clientes de una gasolinera en Rusia.
Un coche que estaba aparcado a la izquierda explota por sorpresa. El conductor se acababa de bajar unos segundos antes lo que ha evitado una tragedia.
El vehículo ha quedado reducido a hierros pero pese a lo aparatoso de las imágenes no ha sido necesaria la intervención de los bomberos porque no se ha registrado fuego alguno.