Reino Unido ha decidido cerrar todas las escuelas de educación primaria de Londres durante dos semanas con el objetivo de contener la expansión del coronavirus en la región, justo cuando el país ha vuelto a batir su récord de contagios diarios.
El Gobierno ha accedido a las demandas de diez áreas de Londres donde no estaban previstos los cierres, pero no solo en la capital han pedido cerrar las aulas. El principal sindicato educativo ha reclamado el cierre en el resto del país ante el descontrol de la pandemia. "Lo que es correcto para Londres, lo es para todo el país", ha señalado la secretaria general del Sindicato Nacional de Educación, Mary Bous.
Reino Unido ha registrado 57.725 nuevos afectados en las últimas 24 horas, según el nuevo balance publicado este sábado por el Gobierno británico. Asimismo, se han confirmado 445 fallecidos más, hasta constatar un total de 2.599.789 contagios y 74.570 víctimas mortales.
Las autoridades han confirmado 2.434 hospitalizados en las últimas horas, hasta un total de 23.823 personas que se encuentran ingresadas, de ellas 1.847 con respiración asistida.
Por otra parte, según 'The Times', la vacuna de AstraZeneca y Oxford, el segundo lanzamiento después del de la vacuna Pfizer / BioNTech en diciembre, tendrá una distribución de unos dos millones de dosis semanales. Los encargados de la producción esperan llegar a este ritmo en dos semanas.
La presión sobre el Gobierno para aumentar el ritmo de vacunación ha crecido ante los altos números de hospitalizaciones a raíz del coronavirus. El lunes comenzará el uso de la vacuna de Oxford con unas 530.000 dosis disponibles.
Mientras, responsables de la agencia oficial para la Sanidad Pública británica (PHE) han recomendado este sábado a la población que no intenten mezclar vacunas de diferentes proveedores. En la víspera de Año Nuevo, el Gobierno británico emitió una guía para los médicos de la Seguridad Social en la que consideraba "razonable" recibir una dosis de otra vacuna si la primera no estaba disponible para la segunda administración, obligatoria en cualquier caso. Hay que puntualizar que el Gobierno británico solo recomendaba esta posibilidad en caso de "alto riesgo inmediato".
Sin embargo, ante la confusión creada, la jefa del departamento de Inmunización de la Sanidad Pública británica, la doctora Mary Ramsay, explicó a Sky News que no se recomienda la mezcla y que solo debería ocurrir en "raras ocasiones". "No recomendamos mezclar las vacunas; si su primera dosis es la vacuna Pfizer, no debe recibir la vacuna AstraZeneca para su segunda dosis y viceversa", ha explicado.
"Es verdad que puede haber casos extremadamente raros en los que la misma vacuna no esté disponible, o en las que no se sepa qué vacuna recibió el paciente, pero lo mejor es no mezclar las vacunas", ha añadido.
Cada una de las dos vacunas aprobadas utiliza una tecnología diferente para inducir una respuesta inmune al covid-19. Pfizer utiliza tecnología de ARNm, que introduce en el cuerpo una secuencia que contiene las instrucciones genéticas para que las propias células de la persona vacunada produzcan los antígenos y generen una respuesta inmunitaria.
La vacuna Oxford utiliza la misma tecnología que otras vacunas al introducir el gen del coronavirus en las células humanas para producir la proteína de pico COVID-19 única a la que el sistema inmunológico desarrolla una respuesta si el virus real ingresa al cuerpo.
El profesor asociado de microbiología celular en la Universidad de Reading Simon Clarke ha corroborado las palabras de su colega y ha avisado de que la mezcla de vacunas es un "gran riesgo". "Es algo que no está completamente probado. Podría funcionar como podría no hacerlo y las consecuencias negativas serían enormes", ha avisado.