La baja natalidad y el aumento de la edad media de la población china ha provocado que el gobierno chino planee abandonar todas las políticas que restringen el número de hijos que pueden tener las parejas, como informa The Independent.
Después de casi 40 años, fuentes del gobierno han asegurado que la nueva política, denominada “fertilidad independiente”, se implantaría “tan pronto como sea posible” este año o en 2019, aunque no hay confirmación oficial.
Los motivos que han propiciado este cambio son económicos, ya que el salario promedio ha aumentado en China y la escasez de alimentos que padeció el país asiático en las décadas de 1970 y 1980 “ya es historia”.
Para el profesor Steve Tsang, descartar la política del hijo único supone “un paso en la dirección correcta” después de que el cambio de 2016, cuando esta política se relajó y permitieron a las parejas tener hasta dos hijos, “no impulsaran las tasas de natalidad de la manera que esperaba el gobierno”.