Luto nacional y ofrendas en streaming en China por las muertes del coronavirus
La tradición del fuego es una de las costumbres más arraigadas en estas fechas.
A las diez de la mañana comenzó a sonar el fuerte pitido de las alarmas antiaéreas en ciudades de toda China. Las banderas se arriaron a media asta, se detuvieron los transportes y la televisión nacional mostraba imágenes de las principales autoridades del país de pie, en fila, con la cabeza baja en el exterior de la sede del Gobierno, al lado de la plaza de Tiananmen.
Este sábado, China volvió a parar, pero esta vez para guardar silencio durante tres minutos. Un silencio durante el cual miles de conductores detuvieron sus vehículos e hicieron sonar sus cláxones como apoyo a las sirenas, especialmente en Wuhan.
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El país celebra su día de difuntos, conocido como Día del Barrido de Tumbas o Qingming, que este año tiene un significado especial porque el coronavirus ha dejado demasiadas lápidas que limpiar. Según las cifras oficiales, de las que algunos dudan, los muertos a causa de la epidemia han sido 3335 en toda China.
Por ello, las autoridades han declarado luto nacional y los homenajes a los “mártires” se han repetido por todo el país, algo que no se veía desde 2008, cuando un fuerte terremoto dejó decenas de miles de fallecidos en la provincia de Sichuan.
Licor, billetes y fuegos artificiales
Violeta, una joven china que se hace llamar por su nombre extranjero, ha viajado este año a su pueblo, cerca de la ciudad de Hangzhou, para honrar a su abuelo, fallecido hace unas semanas.
“Fui con toda mi familia al lugar donde están enterrados mis antepasados. La casa de mis abuelos está en una pequeña aldea en el campo, por lo que hay más costumbre de seguir las tradiciones que en la ciudad”, cuenta. En este día de los difuntos, millones de chinos acuden a los cementerios para limpiar las tumbas de sus seres queridos y ponerles ofrendas, una costumbre que tiene siglos de historia.
“Les ofrecemos licor y algunos platos de comida. Después, encendemos velas e incienso y colocamos tierra nueva y ramas de sauce sobre la tumba”, explica. “Todos los hijos y nietos que acudimos hacemos una reverencia a nuestros antepasados, quemamos billetes y lanzamos fuegos artificiales”, relata Violeta.
La tradición del fuego es una de las costumbres más arraigadas en estas fechas. Los chinos queman papeles en forma de billetes para transmitir la riqueza a sus difuntos y que estos tengan una vida más cómoda en el más allá.
No solo en los cementerios. En muchas ciudades chinas es común en estas fechas ver a gente haciendo pequeñas hogueras en las aceras de las calles, aunque en los últimos años se ha limitado por ley, por lo que en zonas urbanas mucha gente se limita a llevar flores a las tumbas.
En el sur del país, y especialmente en Hong Kong, la tradición va más allá y se queman réplicas en papel de todo aquello que les gustaba a los familiares fallecidos. Desde comida o bolsos de marca hasta iPhones o motocicletas, en algunos casos a tamaño real.
Flores virtuales
Violeta ha sido afortunada por poder asistir al Qingming con su familia. Este año, las restricciones para evitar contagios de COVID-19 han cambiado la forma de celebrar esta festividad, especialmente en lugares como Wuhan.
Muchos chinos no han podido desplazarse a sus pueblos por la limitación de movimientos y se ha restringido el acceso a los cementerios, que ahora requieren reserva con días de antelación. Los que sí acuden a honrar a sus muertos tienen que dejar sus datos y tomarse la temperatura a la entrada.
El cementerio de Babaoshan, uno de los más importantes de Pekín, ofrece un servicio gratuito para que sean los trabajadores del lugar los que adecenten la lápida y no tener que ir en persona. Aunque este tipo de servicios no son nuevos, este año son la única opción para muchos.
Según la agencia Xinhua, cada grupo de empleados del cementerio presenta sus respetos a 30 o 40 tumbas al día, de las casi 70.000 que hay en Babaoshan. Los trabajadores, vestidos con trajes protectores, limpian las tumbas y depositan crisantemos sobre ellas. El cementerio también ofrece un servicio de streaming para que los familiares puedan seguir el ritual por internet.
El diario Global Times publica que varios cementerios de Shanghai ofrecen packs de entre 4 y 40 euros al cambio que incluyen limpieza de la lápida, una breve oración y frutas y flores.
Algunas empresas ofrecen también servicios de “limpieza de lápidas en la nube” mediante los cuales la familia se puede reunir a través del teléfono y colocar velas y ofrendas virtuales en las tumbas digitales de sus seres queridos. Estos días reciben miles de visitas.
Pero para Violeta no tiene sentido hacerlo por internet y cree que para la gente mayor todavía menos. “Para ellos es una tradición muy importante. Aunque no sea el mismo día de Qingming, deberíamos seguir yendo al cementerio a llevar flores”, concluye.