24 años de cárcel para una adolescente que disparó en la cara a un chico de 15 años
La agresión se produjo el pasado año pero ahora se ha celebrado el juicio, donde le acusado ha sido declarado culpable
Jacob Talbot-Lummis, de 16 años, pasará 24 en prisión por intento de homicidio y por tenencia de armas
El agresor disparó a bocajarro en la cara de la víctima con una escopeta de doble cañón
Ocurrió en Ipswick, Inglaterra, hace algo más de un año. Un adolescente de 16 años disparaba, con una escopeta de doble cañón y a muy pocos metros, en la cara de otro chico, de 15 años, en una calle de esta localidad del condado de Suffolk, sin motivo aparente y sin mediar palabra. Ahora han trascendido su identidad y unas imágenes del agresor, que posaba un AK-47 en una fotografías de Facebook cuando era un niño pequeño.
Jacob Talbot-Lummis, de 16 años, disparó en la cara de otro chico de tan solo 15 años, a muy pocos metros, con la escopeta de doble cañón propiedad de su abuelo, la mañana del 7 de septiembre de 2020, el día que se levantaba el confinamiento por la pandemia del covid19 en Inglaterra y los chicos regresaban a las aulas. En el camino a clase, Jacob decidió cometer su agresión.
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Tras el juicio, ha sido ahora cuando ha trascendido la identidad del agresor, que había permanecido en secreto de sumario. La víctima logró sobrevivir, pero sufrió terribles heridas tras el disparo y, aún hoy, se recupera de ellas y es totalmente dependiente de su familia. El juez, condenó a Jacob Talbot-Lummis a 24 años de prisión por intento de asesinato.
Un niño obsesionado con las armas
Ahora que se ha conocido la identidad del acusado, han trascendido también unas imágenes de cuando era más niño, que publicó su madre en la red social Facebook. En ellas, puede verse a un muy joven Jacob posando orgulloso con un rifle AK47 de un familiar, junto al texto firmado por su madre donde afirma orgullosa: "no te metas con nuestro hijo", según ha publicado el diario The Sun.
El Tribunal de Ipswich escuchó la declaración de Talbot-Lummis que aseguró que tan sólo quería asustar a la víctima que, según él, le acosaba en la escuela. El acusado afirmó que el arma se disparó por accidente. El jurado no dio crédito a esta declaración y afirma en la sentencia que Talbot-Lummis "no mostró ninguna misericordia" mientras "ejecutaba despiadadamente" su plan, premeditado con antelación para ser ejecutado el día del regreso a la clases. Así, el juez le condenó a 24 años de prisión.
La defensa del agresor pidió que se tuviera en cuenta como atenuante el hecho de que Talbot había expresado su pesar y remordimiento por lo ocurrido. Pero el juez no lo tuvo en cuenta y afirmó que Talbot podía haber intento "asustar" a la víctima con una de las muchas armas 'de mentira' que decoraban su habitación, en lugar de utilizar la escopeta real con munición real propiedad de su abuelo.