Conforme avanza la amenaza del coronavirus en Estados Unidos, el país se adapta a la nueva situación. Una de las máximas en estos momentos es evitar a toda costa la aglomeración de personas, y eso, en plena campaña electoral, empieza a ser un problema. The show must go on, y los candidatos recurren a soluciones creativas para no perder votos por el coronavirus, la última, la decisión de Joe Biden que celebrará actos virtuales en Florida e Illinois para evitar las multitudes.

"La salud y seguridad del público es nuestra prioridad número uno", explicaba en un comunicado el equipo de campaña del exvicepresidente Joe Biden. "Hemos estado y seguiremos consultando con funcionarios relevantes, incluido nuestro Comité Asesor de Salud Pública, los pasos que la campaña debe seguir para minimizar los riesgos de salud para el personal y los partidarios". Una decisión importante teniendo en cuenta que la mayoría de los seguidores que Biden atrae en sus eventos son personas mayores, la población con mayor riesgo de infección y para la que el virus puede ser mortal en muchos casos.

El comunicado informaba también de una nueva forma de celebrar eventos en plena crisis por el coronavirus, con actos virtuales. Y todo, cuando quedan solo 5 días para que se celebren las primarias en dos estados decisivos como son Florida (219 delegados) e Illinois (155). ¨Ya hemos avisado a los funcionarios electos en Illinois y Florida, que no vamos a celebrar grandes eventos multitudinarios el viernes y lunes en esos estados¨, apuntaba el comunicado. Los detalles de la celebración virtual todavía no han sido revelados.

El único evento de campaña que Biden pretende celebrar esta semana es un discurso que ofrecerá desde su ciudad natal, Wilmington, en Delaware. El acto tendrá lugar esta misma tarde y se abordará todo lo relacionado con el coronavirus y la respuesta del presidente Trump ante esta crisis.

El comunicado del equipo de Biden llegaba poco después de que su principal contrincante en esta contienda electoral, Bernie Sanders, cancelara uno de sus mítines en Ohio. Lo hacía poco después de que el gobernador de este estado, Mike Dewine, anunciara en su cuenta de Twitter que se tomarán medidas para hacer frente al coronavirus, empezando por limitar la celebración de grandes eventos. En Ohio por el momento solo hay 4 infectados, y sus habitantes se preparan para votar el próximo 17 de marzo cuando se repartirán 136 delegados.

Sanders está cancelando también otros eventos a medida que se acerca la fecha. Al izquierdista demócrata esta situación no le conviene en absoluto en términos de campaña, de momento solo cuenta con 710 delegados frente a los 864 que ha recogido Biden en las primarias celebradas hasta ahora.

Ambos candidatos han asegurado que no harán planes a largo plazo, y que las decisiones se tomarán analizando la situación del momento. Sin duda, el debate demócrata televisado que está previsto que tenga lugar este domingo entre ambos candidatos, y al que se ha prohibido la asistencia de público por precaución, toma más importancia que nunca y se convierte en una gran oportunidad para dirigirse a sus votantes, dada la situación.

Los dos candidatos demócratas y el propio presidente Donald Trump han sido presionados por la población por su responsabilidad en cuanto a la celebración de eventos multitudinarios, y ambos partidos han reaccionado.

En el bando republicano, Donald Trump, quien claramente se presenta como ganador para representar a su partido en las elecciones presidenciales, hasta ahora ha querido hacer campaña y ganar puntos de cara a las elecciones del 3 de noviembre. Pues bien, el presidente, también ha cancelado sus eventos y no viajará a Colorado o Nevada donde tenía varios eventos previstos esta semana ¨por precaución por el brote de coronavirus¨, explicó su secretaria de prensa Stephanie Grisham en un comunicado.

Esta decisión llega justo un día después de que Trump anunciara la restricción en vuelos procedentes de Europa, exceptuando Reino Unido, y en un momento en que se plantea aplicar esta misma norma dentro del país, limitando el movimiento de personas dentro de Estados Unidos. No es de extrañar que esta decisión surja en respuesta a la actitud de la Organización Mundial de la Salud, que esta mañana ponía en duda las restricciones de viaje de Trump, teniendo en cuenta que en Estados Unidos hay ya más de 1.000 personas infectadas y 33 fallecidos por el coronavirus.