Oleada de indignación en México tras la tortura y asesinato de una niña de siete años, Fátima. Las autoridades están en el punto de mira. Todavía no hay detenidos. Se busca a la mujer que la habría secuestrado a las puertas de su colegio, que fue grabada por unas cámaras a las que pudo acceder la familia. Centenares de personas la han arropado en su funeral.
No hay consuelo para la madre de Fátima. Tenía siete años de edad y era la pequeña de la casa, la menor de cuatro hermanos. Vecinos y familiares han acudido a su funeral para darle el último adiós.
Una vida arrebatada y el pesar de una madre por llegar tarde a recogerla a la salida del colegio.
Las autoridades se esfuerzan en dar con el paradero de esta mujer, que ha podido ser identificada gracias a los vídeos que consiguió la familia.
Es la única sospechosa. Estuvo 35 minutos de paseo en los que acabó metiendo a Fátima en un coche blanco para llevarla a una casa donde se han encontrado restos de ADN de la niña.
Fátima es protagonista en uno de los muchos grafitis que inundan el edificio del Gobierno.
Allí decenas de mujeres se manifiestan así contra el Ejecutivo mexicano. Es su forma de presionar y exigir medidas reales ante la incesante oleada de asesinatos de mujeres. En México hay 10 feminicidios al día.