Bruselas propone que los Gobiernos pidan permiso a la UE para cerrar la frontera

EUROPA PRESS 16/09/2011 14:19

La Comisión Europea ha propuesto este viernes que los Estados miembros soliciten su autorización para poder cerrar temporalmente sus fronteras en caso de situación de emergencia como un atentado terrorista o "acontecimientos esperados" como competiciones deportivas o visitas papales si la decisión dura más de cinco días a fin de evitar decisiones unilaterales que pongan en riesgo el espacio Schengen. España y otros países como Alemania y Francia ya han advertido de que rechazan ceder poderes a la Comisión Europea en este sentido.

En la actualidad, la normativa comunitaria ya permite a los Estados miembros reintroducir de forma unilateral los controles fronterizos alegando motivos de seguridad pública por un periodo de 30 días "en principio". Francia quería incorporar una segunda justificación para cerrar las fronteras basándose en la presión migratoria o en la falta de controles suficientes en otro Estado miembro, pero sin tener que consultar con la UE.

La comisaria del Interior, Cecilia Malmström, ha dejado claro que los Estados miembros "mantienen la posibilidad" de reintroducir controles fronterizos "en caso de seria amenaza de orden público o para la seguridad nacional" como "ocurre ahora". Incluso en caso de atentados terroristas como el de Noruega este verano el Ejecutivo comunitario estaría en condiciones de dar luz verde a una prórroga de los controles más allá de los cinco días "en cuestión de horas".

"Formalmente la Comisión tiene el derecho de rechazar. Es muy difícil de imaginar que si hay una amenaza real a ese Estado miembro se rechace", ha explicado la comisaria. "El Estado miembro tendrá que solicitar la prórroga", ha insistido.

El Ejecutivo comunitario propone que un comité de expertos con representantes de la Comisión Europea y de los Estados miembros sea el que autorice "por una mayoría cualificada" de países prorrogar los controles fronterizos nacionales si duran más de cinco días a partir de una propuesta que decidan "todos". "Necesitamos un enfoque europeo", ha esgrimido. Los países asociados --Suiza, Lietchtenstein y Noruega-- podrán dar su opinión pero no podrán votar decisiones para reintroducir controles en el comité.

VISITAS NO ANUNCIADAS A LOS ESTADOS

La comisaria ha dejado claro que la reintroducción de fronteras se daría "en circunstancias muy excepcionales" y ha propuesto que expertos de la Comisión puedan realizar "visitas no anunciadas" a las fronteras de los Estados miembros que tengan dificultades para gestionar su frontera. "Esto incluye Ceuta y Melilla", han confirmado fuentes del Ejecutivo comunitario.

Bruselas, que barajó la posibilidad de expulsar a país del espacio Schengen en caso de no poder garantizar el control eficaz en su frontera, propone ahora "asistir a países en dificultades" con fondos comunitarios, ayuda técnica y apoyo de expertos de la agencia de fronteras externas Frontex para ayudar a "identificar en una fase muy temprana el problema" y supervisar la aplicación de las normas por parte de los Estados miembros, el objetivo precisamente de "las visitas no anunciadas". En caso de problemas, el Estado afectado y la Comisión tendrán que elaborar "un plan de acción concreto" para remediar el problema.

En caso de que "un Estado fracase" a la hora de garantizar la seguridad de las fronteras externas de la Unión, se tratará de "una situación extrema" que permitirá "introducir controles de alcance limitado y por un periodo limitado" de "seis meses" a propuesta de la Comisión si los aceptan "una mayoría cualificada" de países en el comité de expertos. Una "mayoría simple" de países podría vetar reintroducir controles propuestos por la Comisión, según fuentes comunitarias.

"Este mecanismo reforzaría la confianza mutua entre Estados miembros" dado que el incumplimiento de un Estado de garantizar el control de la frontera exterior "no implicaría una disrupción en todo el sistema".

La idea inicial de la Comisión de poder expulsar del espacio Schengen si no es capaz de garantizar el control de su frontera externa se ha descartado finalmente. "Esto está fuera de toda cuestión", han confirmado fuentes del Ejecutivo comunitario.

PRESIÓN MIGRATORIA MASIVA

La reforma responde a una solicitud de Francia e Italia tras el enfrentamiento que mantuvieron en primavera por la llegada de inmigrantes tunecinos a raíz de la primavera árabe. Roma les proporcionó documentos de viaje para facilitar su movimiento por la UE pero París llegó a paralizar los trenes procedentes de Italia con el fin de impedir su entrada. Ambos países reclamaron a Bruselas que facilitara la reintroducción de los controles fronterizos en caso de flujos masivos de inmigrantes, una petición respaldada por la mayoría de los Estados miembros.

La comisaria Malmström ha dejado claro que "la presión migratoria no es un motivo" en sí para poder reintroducir controles fronterizos, aunque ha reconocido que las peticiones se estudiarían "caso por caso" dependiendo de factores como el número de inmigrantes que llegan, el tamaño del país que los recibe y su capacidad de gestión.

Fuentes comunitarias han explicado que se autorizaría en caso de llegada "masiva" de inmigrantes si ello conlleva "una amenaza seria" para la seguridad nacional, lo que impediría en la práctica utilizarse para casos como el de Italia y Francia que, según la comisaria, "violaron el espíritu" de Schengen.

RESTA IMPORTANCIA A RECHAZO DE ESPAÑA Y OTROS

Malmström ha restado importancia al rechazo de países como España, Alemania y Francia a ceder poderes a Bruselas para reintroducir los controles porque está dispuesta a "explicar y defender" su propuesta ante los Veintisiete y el Parlamento Europeo y ha insistido en que mantienen "la posibilidad" de reintroducir controles durante cinco días y ha insistido en que desde 2006 nunca se ha reintroducido controles más allá de este plazo.

"Nuestra opinión es que la decisión de reintroducir los controles fronterizos debe tomarse a nivel europeo. Necesitamos cambiar a un sistema europeo verdadero", ha insistido porque la decisión intergubernamental funcionaba a su juicio para los seis países fundadores, pero no para un espacio de 25 Estados miembros.

"Espero que saluden la posibilidad de que todos los europeos participen en la decisión en lugar de tener una decisión unilateral", ha precisado, insistiendo en que Bruselas "no está quitando poder a los países individuales".

Malmtröm también ha confiado en que el modelo de gobierno propuesto contribuya a resolver el veto de Holanda y Alemania a la entrada de Rumanía y Bulgaria en la zona Schengen al "reforzar la confianza en Schengen" e impida otros movimientos unilaterales como el de Dinamarca de reintroducir controles aduaneros en su frontera. "Están técnicamente preparados", ha recordado.

España, Alemania y Francia han rechazado esta semana ceder poderes a la Comisión para decidir reintroducir controles dentro de la UE por motivos de seguridad pública o presiones migratorias y exigen que el cierre de fronteras en el espacio Schengen siga siendo una responsabilidad puramente nacional.

"La decisión sobre si introducir controles temporales en las fronteras interiores se basa en análisis exhaustivos de la situación de la seguridad nacional, que sólo pueden llevar a cabo los Estados miembros basándose en los recursos y conocimientos de sus fuerzas de seguridad", resaltan los ministros del Interior de España, Alemania y Francia, que esta semana enviaron una carta conjunta a la Comisión para dejar claro su rechazo.

El plan debe ser aprobado por los Gobiernos y la Eurocámara. La oposición de España, Francia y Alemania y de otros países probables como Austria o Reino Unido significa que tiene muy pocas posibilidades de salir adelante.