"No puedo encajar los términos del acuerdo propuesto con las promesas que hicimos al país en nuestro manifiesto electoral. Es (...) una cuestión de confianza pública", ha escrito en la carta que ha enviado a la primera ministra May.
Raab ha basado su decisión en dos razones, la primera de las cuales es que no está de acuerdo con el régimen regulatorio propuesto para Irlanda del Norte, en la medida en que "supone una amenaza muy real para la integridad de Reino Unido".
Tampoco considera conveniente que la solución de emergencia o 'backtop' pueda ser "indefinida" y que la UE pueda tener en un futuro capacidad de "veto" para la ruptura definitiva. "Los términos del 'backstop' equivalen a mezclar las obligaciones de la unión aduanera y del mercado único", ha afirmado.
Todos los dimisionarios coinciden en criticar ambas patas del acuerdo: hipotética dependencia de las futuras decisiones que se adopten con la UE y la frontera con Irlanda.
Raab ha evitado en su carta una crítica frontal a May y ha aplaudido la "fortaleza" con la que ha encarado estos "momentos difíciles", pero ha explicado que no se siente capacitado para seguir en su actual puesto. "Se merece un ministro del Brexit que pueda defender el acuerdo que promueve con convicción. Lo siento pero, siendo sincero, yo no puedo", ha agregado.
Tras Raab ha ido la viceministra Suella Braverman, miembro destacado de su oficina, que ha dicho que el plan para Irlanda del Norte "no es Brexit" y ha lamentado que las medidas excepcionales dejan a Reino Unido sin "las principales ventajas competitivas" que se le presuponían a la ruptura con el bloque comunitario. Además, el establecimiento de diferentes regímenes en Irlanda del Norte y el resto de Reino Unido "amenaza con romper" el país.
Braverman ha dicho que las concesiones en las que habría incurrido Londres "no respetan la voluntad" de la mayoría de la población que votó 'sí' en el referéndum.
El secretario de Estado británico para Irlanda del Norte, Shailesh Vara, también ha dimitido con idénticos argumentos: "El referéndum sobre la UE ofreció una elección simple, seguir en la UE o abandonarla", pero la opción actual se quedaría "a medio camino".
"Estaremos atrapados en un acuerdo aduanero indefinidamente, vinculados por leyes determinadas por la UE y sobre las que no podremos opinar", ha dicho Vara, quien ha reclamado respeto para la "integridad económica y constitucional" de Reino Unido.
La ministra de Trabajo y Pensiones de Reino Unido, Esther McVey, también coincide en que el texto "no respeta el resultado del referéndum" y "amenaza la integridad" del país. En términos económicos, "significa entregar unos 39.000 millones de libras a la UE sin nada a cambio".