Miles de brasileños salen a la calle para pedir protección para nuestro mayor pulmón, la Amazonia. En lo que va de año la selva tropical más grande del mundo ha sufrido más de 72 mil incendios. Sólo esta semana se han registrado 68 focos en territorios indígenas.
Ante semejante desastre todas las miradas van dirigidas hacia al presidente Bolsonaro. Quien tras la presión internacional da marcha atrás y acepta su responsabilidad a través de un discurso en televisión.
Bolsonaro confirmó que movilizará al Ejército a las regiones amazónicas para intentar atajar la crisis de incendios de estos años. Para los ecologistas lo que está pasando está claro: los agricultores prenden fuegos para limpiar terrenos aprovechando que no hay multas. El de 2019 está resultando el verano más negro para el pulmón nuestro planeta.