El resultado de las elecciones de Estados Unidos va a determinar el futuro del Reino Unido. Aquellos que se han roto las vestiduras defendiendo el Brexit ven a Donald Trump como el aliado perfecto para la nueva era que arranca el próximo 1 de enero, cuando está previsto que el país salga definitivamente de la Unión Europea. Pero, ¿es este realmente su mejor amigo o el que más le conviene?
En este momento el Gobierno británico está inmerso en la negociación de un acuerdo de libre comercio con Bruselas, que debería cerrarse antes de que acabe el periodo de transición el próximo 31 de diciembre. Boris Johnson ha amenazado en repetidas ocasiones con dejar la UE a las bravas, pero a medida que se acercaba el día de los comicios estadounidenses esa pataleta ha dejado de escucharse.
De hecho, el ex embajador del Reino Unido en Bruselas, Ivan Rogers, en declaraciones al periódico Observer ha dicho que Downing Street “está esperando a conocer el resultado antes de optar por una salida sin acuerdo”. Según este diplomático, que representó a Londres entre 2013 y 2017 y dimitió durante el mandato de Theresa May por divergencias por la estrategia del Brexit, Johnson “podría concluir que eso es demasiado arriesgado con Joe Biden en la Casa Blanca”.
Raíces irlandesas del candidato demócrata
Para Sophia Gaston, directora del British Foreign Policy Group, Irlanda es "muy importante” para Biden y una de sus prioridades es “reforzar los lazos transatlánticos y con la Unión Europea”, tan dañados durante la era Trump.
En concreto, el que fuera Embajador del Reino Unido en Estados Unidos entre 2012 y 2016, Peter Westmacott, destaca “las raíces irlandesas” del demócrata. Su bisabuelo, James Finnegan, nació en County Louth en 1840. Poco después embarcó rumbo a EEUU con sus padres y hermanos buscando una vida mejor, como muchos otros irlandeses que cruzaron el Atlántico huyendo de la pobreza.
Por ello, Biden no va a permitir que nada perjudique a la República de Irlanda. De hecho, ha criticado el proyecto de ley del mercado interno que se está tramitando en el Parlamento británico porque, desde su punto de vista, pondría en peligro el Acuerdo del Viernes Santo que en 1998 selló la paz en Irlanda del Norte.
Por otro lado, uno de los beneficios para Reino Unido de una posible victoria de Biden es que "ya no habrá más amenazas de abandonar la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). Y eso da tranquilidad”, asegura Westmacott.
Acuerdo de libre comercio entre Reino Unido y EEUU
En el Reino Unido hay mucha preocupación por el hecho de que un acuerdo entre ambos países suponga poner a la venta la Seguridad Social (National Health Service, NHS, en inglés) y rebajar los estándares alimentarios, como la importación del pollo clorado. En EEUU se permite a los productores industriales lavar sus aves con cloro u otros desinfectantes, después de pasar por el matadero para eliminar los virus que pudiesen contener.
Según la consejera delegada de International Marketing Partners Ltd, “ninguno de los dos candidatos hará demasiadas concesiones al Reino Unido en un acuerdo de libre comercio. Ambos van a pedir que las empresas tengan acceso a la Seguridad Social y que EEUU pueda exportar su pollo clorado”. Y además reclamarán que “dejen en paz” a compañías como Facebook, Google o Netflix.
Esta estadounidense residente en el Reino Unido, que asesora a empresas y es autora del libro Working with Americans, incide en que la diferencia radica en la rapidez con la que se llegue a un acuerdo. “Con Trump podría cerrarse durante el primer trimestre de 2021. Con Biden habría que empezar de cero con un equipo negociador nuevo y además tendrá otras prioridades. A pesar de eso, este acuerdo podría sellarse antes de finales del año que viene”, asegura.
Y añade que el Gobierno británico, que ha acuñado el mantra “Global Britain” para vender que está abierto a todo el mundo a pesar del Brexit, “tiene mucho más que perder". EEUU es su primer mercado para exportaciones y el país extranjero que más empleo genera en el Reino Unido. Sin embargo, para EEUU, la UE ofrece una mayor oportunidad comercial.
¿Relación especial?
Uno de los términos que más usan los políticos y periodistas británicos al referirse a los lazos que unen ambos países es “relación especial”. Pero, ¿qué hay de cierto en ello? El ex embajador Westmacott explica que “fue acuñado por Winston Churchill, pero no me gusta utilizarlo porque me parece arrogante”.
Para Stewart-Allen, “es una etiqueta conveniente en este país pero los americanos no son conscientes de que realmente haya una relación especial”.
Y Trump no ha ayudado en este sentido. A pesar de haber dicho que el Brexit es “maravilloso” y presumir de su amistad con los líderes británicos, en su visita al Reino Unido en junio del año pasado, sus comentarios “hicieron la vida de la entonces Primer Ministra, Theresa May, todavía más difícil”, dice este diplomático.
“Tampoco es normal que productos como el whisky tenga los aranceles que tienen por el conflicto con Boeing. No es manera de tratar a los aliados. Pero Trump cree en los aranceles y en las guerras comerciales”, asegura.