Tras haber superado el coronavirus, Boris Johnson ha compartido su experiencia en el diario 'The Sun'. El primer ministro británico llegó a estar en estado grave ingresado en la UCI. Ha confesado que los sanitarios que le trataron en el Hospital St. Thomas de Londres llegaron incluso a preparar el anuncio de su muerte.
"Fue un momento difícil, no lo voy a negar. Tenían una estrategia para lidiar con un escenario del tipo 'muerte de Stalin'. Yo no estaba en un estado particularmente brillante y era consciente de que había planes de contingencia en marcha. Los médicos tenían todo tipo de arreglos sobre qué hacer si las cosas salían mal", expresó.
Durante el tiempo que estuvo en cuidados intensivos, asegura que recibió mucho oxígeno con el objetivo de mantenerlo con vida: "Me dieron una mascarilla para la cara, así que conseguí litros y litros de oxígeno y durante mucho tiempo tuve eso y la pequeña cirugía de nariz”.
Ingresó el 6 de abril y no fue dado de alta hasta el 12 del mismo mes. "Los malditos indicadores seguían yendo en la dirección equivocada". Esto le hizo plantearse en varias ocasiones cuál sería su futuro. "Era difícil creer que en pocos días mi salud se hubiera deteriorado hasta tal punto. Recuerdo sentirme frustrado. No entendía por qué no mejoraba", se sinceró.
Boris tiene claro cuál fue el peor momento: "Lo peor llegó cuando tuvieron que poner un tubo en mi tráquea".
No obstante, superó la COVID-19 y pudo volver a su despacho para ejercer sus labores. Ahora que su salud vuelve a estar estable, agradece el trato de los sanitarios que le atendieron: "Lo logré gracias a una maravillosa asistencia médica. Realmente trabajaron duro", agradeció.
Durante la entrevista no pudo evitar contener las lágrimas: "Me emociono con esto... Pero fue algo extraordinario". Pudo haber perdido la vida, pero llegó a tiempo para presenciar el nacimiento de su hijo Wilfred Lawrie Nicholas Johnson. Su mujer, Carrie Symonds ha explicado en sus redes el motivo de la elección de este nombre: "Wilfred por el abuelo de Boris. Lawrie por mi abuelo. Y Nicholas por los doctores Nick Price y Nick Hart, los dos médicos que le salvaron la vida a Boris".