Boris Johnson ha pedido a Bruselas una prórroga hasta el 31 de enero de 2020, pero lo ha hecho de una forma peculiar. La carta es en realidad una fotocopia y va sin firmar. La acompaña otra misiva, también dirigida al Presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, en la que advierte que “una nueva extensión perjudicará los intereses del Reino Unido y de nuestros socios de la Unión Europea”.
El Primer Ministro estaba obligado por ley a solicitar este retraso si antes del 19 de octubre no se daba luz verde a un acuerdo en el Parlamento británico. Este sábado la votación del plan de Johnson tuvo que posponerse, después de que una mayoría de diputados (322 frente a 306) aprobase una enmienda que contempla que solo se ratificará dicho acuerdo una vez esté lista la legislación para la salida.
Esta enmienda estaba motivada por el miedo a que diez días no fuesen suficientes para que todos los trámites parlamentarios, incluido el análisis de la letra pequeña de lo acordado con la UE, hubiesen concluido antes del 31. Su promotor, el conservador rebelde Oliver Letwin, la considera “una póliza de seguro para evitar una salida abrupta por error”.
Lanza un SOS a los líderes europeos
En el documento que arranca con un “Dear Donald” y que firma como “Boris Johnson”, no solo dice que es un error ese retraso, sino que pide ayuda a los líderes europeos: que reclamen a los diputados británicos que reconsideren su decisión y voten por el acuerdo alcanzado por Londres y Bruselas.
Sendos documentos van acompañados por una misiva introductoria del Embajador del Reino Unido ante la Unión Europea, Tim Barrow, que viene a decir “os mandamos esto porque no nos queda más remedio” y justifica que, con ello, el Gobierno cumple así con la ley.
Además, Johnson llamó por teléfono a algunos líderes europeos, además de a Donald Tusk, y les insistió que la fotocopia “es una carta del Parlamento, no mi carta”. Eso trae a la memoria las palabras que pronunció el mes pasado: “Preferiría morir en una cuneta antes que pedir un retraso del Brexit más allá del 31 de octubre”.
Desafiando la ley
La corresponsal política de la BBC, Laura Kuenssberg, ha descrito la decisión de mandar a Bruselas tres documentos como “controvertida”. Y ya hay voces que apuntan a que el líder conservador está desafiando, una vez más, a la Justicia. De hecho, la abogada y diputada del Partido Nacionalista Escocés (SNP en sus siglas en inglés), Joanna Cherry, ha dicho que lo que ha hecho Johnson es “patético” y que “rompe las promesas que hizo al tribunal de Edimburgo”. Además, ha confirmado que este lunes habrá una nueva vista para abordar si ha quebrantado la ley.
En dicha correspondencia Boris Johnson asegura también que su Gobierno “seguirá adelante con la ratificación y la introducción de la legislación necesaria a principios de la semana que viene”. Donald Tusk ha tuiteado confirmando la recepción de la petición de prórroga y ha dicho que ahora consultará a los líderes europeos “sobre cómo reaccionar”.
El referéndum del Brexit se celebró en junio de 2016. Esta es la tercera prórroga que solicita el Reino Unido. Las dos primeras las pidió la anterior Primera Ministra, Theresa May.