El presidente de Brasil, Jail Bolsonaro, sigue sin tomar medidas de protección contra el COVID-19, a pesar de los casi tres millones y medio de afectados que hay en el país.
En la inauguración de una central térmica en el estado de Sergipe dio lugar a una anécdota que se ha hecho viral en redes. En medio de la multitud, un hombre con enanismo se acerca al presidente. Éste no tarda en alzarlo a hombros, pensando que era un niño. Cuando se da cuenta de su error, le vuelve a dejar en el suelo apresuradamente.
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, busca prorrogar la ayuda de emergencia que el Gobierno está repartiendo durante la crisis sanitaria, que ha costado ya más de 111.100 fallecidos y más de 3,5 millones de contagios, hasta final de año, pero reduciendo la cantidad en más de la mitad, pasando de los 600 reales (91 euros) a 250 reales (38 euros), pues la anterior cifra "es mucho" dinero.
"Los 600 pesan mucho para Brasil, esto no es dinero del pueblo, porque no se ahorra, es endeudamiento", ha expresado Bolsonaro en el marco de una ceremonia celebrada para ratificar un par de medidas provisionales para facilitar el acceso al crédito de los pequeños empresarios, según ha contado el periódico 'O Globo'.
La conocida como Ayuda de Emergencia fue creada en abril a iniciativa del Congreso y estaba prevista para los tres primeros meses de la pandemia y con un valor de 600 reales mensuales, aunque el Gobierno propuso 200 (30 euros), que cubriese parte de las necesidades de trabajadores informales, autónomos, micro empresarios, desempleados y de aquellos que hasta el momentos se beneficiaban de Bolsa Familia, otro de los auxilios estatales.
Si bien el pago de estas ayudas contribuyó a aumentar la popularidad de Bolsonaro, el mandatario de extrema derecha ha reconocido que 600 reales "es mucho" dinero y que "el país está demasiado endeudado", y teme que esa situación provoque una pérdida de credibilidad para el futuro, según se extrae de ese diálogo mantenido con su equipo de Gobierno, en el que estaba presente el ministro de Economía, Paulo Guedes.
Para que luego no me critiquen (...). Alguien habló de 200 reales. Creo que no es suficiente. Pero podemos llegar a un compromiso y esperamos que se extienda unos meses más, quizás hasta fin de año", ha dicho Bolsonaro.
Se prevé que la propuesta del Gobierno sea anunciada durante la semana, para posteriormente ser enviada al Congreso.
El coste mensual de esta ayuda asciende a 50.000 millones de reales (7.600 millones de euros), 17 veces más que el gasto que suponía Bolsa Familia. Según datos del Tesoro Nacional de Brasil, hasta el momento se han invertido 182.870 millones de reales (unos 27.800 millones de euros) de un total estimado hasta final de año de 254.400 millones (38.600 millones de euros).