En Bolivia, continúa la tensión, acrecentada tras la represión de una marcha de cocaleros fieles a Morales que dejó 9 muertos y más de 100 heridos. Mientras las fuerzas del orden acusan a los manifestantes de utilizar la violencia, crecen las críticas al gobierno interino. Organismos de derechos humanos y el partido de Evo Morales recuerdan que las nuevas autoridades han aprobado un decreto que exime a las fuerzas armadas de responsabilidad penal en los conflictos sociales.