Las autoridades belgas han recomendado a sus ciudadanos que, para hacer frente a la segunda ola del coronavirus y a un nuevo confinamiento, se busquen un 'knuffelcontact', un compañero de mimos que ayude a mantener la salud mental.
Así lo ha anunciado el primer ministro belga, Alexander De Croo, que ha comunicado esta excepción a la norma que defendió al inicio del confinamiento, este pasado viernes, donde pedían a la población evitar al máximo cualquier posible contacto físico, como recoge Vice, asegurando que el país se encontraba en un estado de emergencia.
Esta excepción a la norma trata de intentar animar a la población en esta segunda etapa tan dura de restricciones. Cada persona podrá designar "un compañero de mimos" con el que podrá quedar en el interior de su domicilio. Se podrán recibir las visitas de este compañero "de abrazos" pero solo se podrá designar a una persona, no ir cambiándola.
Sin embargo, las personas que vivan solas podrán tener hasta dos compañeros de este tipo, pero solo podrá recibirles de uno en uno.
En una encuesta realizada por la Universidad de Amberes, investigadores encontraron preocupantes datos sobre la salud mental de los belgas: incluso antes de que se decretara el nuevo confinamiento, la salud mental de la mayoría ya se acercaba a los niveles de marzo.
En mayo, las autoridades sanitarias de los Países Bajos introdujeron una figura similar pero un poco más directa. Esta vez fue denominada 'seksbuddy' ('amigo para follar') durante su cierre parcial. El objetivo ea que las personas confinadas pudieran mantener relaciones sexuales pero siempre con la misma persona, para evitar riesgos de contagio.
La venta de anticonceptivos en España entre marzo y agosto se redujo un 11,4 %, un descenso atribuible tanto al confinamiento como a la dificultad para obtener recetas de anticonceptivos femeninos y que asimismo sugiere que las relaciones sexuales se han visto mermadas por la pandemia.
En una rueda de prensa telemática, la directora general de HRA Pharma en España, Inés Correia, dio conocer un estudio elaborado por la farmacéutica que refleja que el descenso de ventas fue del 7 % en los anticonceptivos regulares -los que requieren receta médica- y del 20 % en los de urgencia, aquellos que se pueden adquirir sin prescripción.
En concreto, las ventas cayeron en el mercado español un 5,5 % en marzo, un 19,4 % en abril y un 19,8 % en mayo, mientras que en junio la caída se situó en el 6,9 %, según el estudio de HRA Pharma.
Correia atribuyó parte de este descenso de las ventas al hecho de que la atención clínica obstétrica y ginecológica se ralentizó y se priorizaron las consultas urgentes debido a la COVID-19, lo que dificultó el acceso a recetas médicas.