Bélgica ha modificado de verde a naranja la recomendación de viajes turísticos a España después del confinamiento decretado en la provincia catalana de Lleida, informó este domingo el Servicio de Asuntos Exteriores belga.
Bélgica evalúa con un "semáforo" la recomendación de viaje a los países europeos dónde considera más seguro viajar en Europa (viajes no esenciales, como los turísticos) durante la pandemia.
Pasar de verde a naranja significa que de "viajes posibles" sin más, ahora esos desplazamientos son ahora "posibles bajo reserva de cuarentena, un test (de coronavirus) u otras condiciones", según explica la página web de ese servicio.
En rojo, donde los viajes no son posibles por el momento, Bélgica sitúa a Finlandia, Irlanda, Malta y Noruega.
La ministra de Salud belga, Maggie De Block, recomendó a los belgas que están en Lleida limitar sus contactos y hacerse un test de coronavirus a su regreso a Bélgica.
España comenzó este fin de semana las vacaciones de verano con el sistema sanitario en alerta ante los brotes de coronavirus, una cincuentena en todo el país, con el foco puesto en la provincia catalana de Lérida, cuya capital y sus alrededores estará confinada desde este sábado.
El Gobierno catalán, que tiene las competencias de sanidad, decretó el sábado el confinamiento de la zona, con unos 210.000 habitantes, ante el aumento de casos de coronavirus, con lo que estarán restringidas las entradas y salidas en el territorio afectado, se prohíben las reuniones de más de diez personas, en espacios privados y públicos y las visitas a residencias de ancianos.
La crisis del coronavirus ha costado al sector turístico de España en torno a 30.000 millones de euros por las pérdidas de ingresos de los más de 18 millones de turistas extranjeros que dejaron de venir y por los menores gastos de los nacionales en sus viajes dada la prohibición de los desplazamientos.
Los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) reflejan un descenso en los ingresos de los extranjeros que hacen turismo en España de 18.977 millones de euros en los cinco primeros meses del año y las proyecciones apuntan a una caída del gasto de los nacionales de algo más de 10.000 millones de euros.
En mayo ya se registró un leve movimiento por la progresiva apertura de la economía, y en junio ya no se verán ceros en las cifras de turismo por los avances en las fases de la desescalada y porque a partir del 21 de ese mes España abrió las fronteras con los países del espacio Schengen, excepto con Portugal, con el que se reabrieron el pasado 1 de julio.
Por añadir un dato para un cierto optimismo, las compañías aéreas prevén que los meses de junio-agosto dispongan de un 38 % menos de asientos en vuelos internacionales, pero la caída se atenúa con fuerza desde el -93,7 % de junio al -5,3 % que esperan para agosto.