La batalla por las centrales nucleares de Ucrania: ¿puede un ataque ruso provocar una fuga radiactiva?

Rusia atacaba esta madrugada la central nuclear de Zaporiyia (Ucrania), la mayor de Europa. El incendio provocado en su interior ha hecho saltar las alarmas internacionales de un nuevo "Chernóbil"-que ya sufrió ese país en 1986-. La planta atacada, que cuenta con seis reactores nucleares, de los cuales solo uno queda encendido, está bajo el control de las tropas rusas.

El portavoz de la OIEA (Organismo Internacional de la Energía Atómica), Rafael Grossi, ha alertado del peligro de atacar reactores nucleares, pero ha descartado fugas radiactivas en Ucrania. "Tenemos suerte de que no haya habido un escape de radiación", ha declarado Grossi en una rueda de prensa en Viena.

Esta vez no, pero el peligro de que pueda ocurrir un desastre nuclear en plena invasión rusa, existe, sobre todo por el potencial atómico del país y porque las tropas rusas han tomado ya Chernóbil y Zaporiyia. Las nucleares son clave en la guerra.

¿Por qué ataca el ejército ruso las centrales nucleares?

Ucrania depende de las nucleares, que suministran la mitad de la energía que consume el país. Por eso son objetivo del ejército ruso. La central atacada de Zaporiyia es la mayor de su tipo en Europa y la novena en el mundo. Genera una cuarta parte de la energía del país, cantidad suficiente para mantener a cuatro millones de hogares.

Ucrania, en guerra desde hace nueve días, cuenta con 15 reactores nucleares -más del doble que España- repartidos en cuatro centrales nucleares a lo largo del país, la de Zaporiyia y y otras tres en Rivine (con cuatro reactores), Ucrania Sur y la planta de energía nuclear de Jmelnitsky.

Ucrania tiene el doble de reactores nucleares que España

Además tiene otras cuatro centrales en construcción (en Jarkóv, Odessa, Crimea y Chiguirin) y otros cuatro reactores apagados en la zona de exclusión de Chernóbil.

Zaporiyia y Chernóbil están en manos rusas.La primera cuenta con personal civil ucraniano que vigila los reactores, sobre todo después del ataque, aunque los vecinos de la zona han huído tras la ofensiva. En Chernobil la preocupación es otra: hay que vigilar la radiación -que por cierto aumentó en junio de 2021- y se desconoce si se sigue haciendo desde que los rusos tomaron la zona.

Los índices de radiación son normales

El incendio en la central de Zapoirya ha sido controlado y solo se ha dejado activo uno de los reactores. En principio ninguno de los seis que tiene ha resultado afectado. No hay fugas. Según las autoridades ucranianas, la OIEA y observadores independientes, las tasas de radiación permanecen estables con 0.14microSv/h, datos similares a las que hay en otros lugares alejados de Ucrania.

¿Hay riesgo de un nuevo Chernobil?

"La seguridad está garantizada", afirma el director general de la agencia nuclear de la ONU, el argentino Rafael Grossi.

Tranquilidad pese a que las primeras reacciones, como la del ministro de exteriores ucraniano, Dymtro Kuleba, alarmasen sobre una catástrofe nuclear diez veces mayor que Chernobil.

Según los expertos las posiblidades de explosión nuclear o fugas radioactivas son muy bajas. Lo explica a The Guardian, el profesor Tony Irving, ex gerente de la única central nuclear de Australia. Según Irving, Zaporiyia cuenta con reactores PWR (de agua a presión), que resultan "mucho más seguros" que los reactores de Chernobil.

Los reactores PRW cuentan con dos circuitos, uno enfría al reactor y otro da energía a la turbina. Además cuentan con un sistemas contra incendios. Aún así, Irving asegura que "no es buena idea disparar misiles masivos a los reactores". Por esta vez se ha sorteado la catástrofe. No siempre pasa.