La ciudad australiana de Brisbane entrará en un confinamiento rápido de tres días después de que se registraran cuatro nuevos casos de coronavirus adquiridos localmente durante el domingo, según ha anunciado este lunes el Gobierno del estado.
El estado está preocupado por la transmisión comunitaria en la capital de Queensland después de que se detectara la variante británica en un grupo de casos --que ahora suman siete infecciones-- que surgieron a principios de este mes.
"Es la cepa británica, altamente infecciosa", ha detallado la primera ministra del estado de Queensland, Annastacia Palaszczuk.
En dos de los casos, no está claro dónde se contagiaron los pacientes, ha añadido la ministra de Salud del estado, Jeannette Young.
Los datos del lunes confirman cuatro nuevos casos locales y seis detectados en la cuarentena de un hotel, mientras que hay 73 casos activos en todo el estado. En Queensland se han registrado un total de 1.456 casos desde el inicio de la pandemia.
Palaszczuk ha precisado que el confinamiento en el área metropolitana de Brisbane entrará en vigor a las 17.00 hora local del lunes y que los ciudadanos sólo podrán salir de casa para realizar trabajos esenciales, compras, tareas de cuidado o ejercicio. Los colegios cerrarán a partir del martes.
La medida se adelanta al fin de semana largo que comienza el viernes con motivo de las vacaciones de Pascua.
En el resto de Queensland, las reuniones en los hogares se limitarán a 30 personas y volverán a entrar en vigor las normas sobre el uso de mascarillas.
"Tenemos que hacerlo ahora para evitar un confinamiento más largo", ha argumentado Palaszczuk, que ha instado a los demás estados y territorios de Australia a declarar el área metropolitana de Brisbane como zona de riesgo.
Australia ha registrado unos 29.000 casos de coronavirus y algo más de 909 muertes por covid desde que comenzó la pandemia.