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Australia ha dado la bienvenida al nuevo año por todo lo alto. Billones de personas están empezando a celebrar la llegada de 2022 después de que el año pasado se cancelaran los festejos en casi todo el mundo. Mientras que muchas celebraciones de las principales ciudades del mundo están siendo canceladas por las altas tasas de contagios debidas a la variante ómicon, Sudáfrica, país en el que se detectó por primera vez esta cepa del virus, ha levantado el toque de queda para que las fiestas de Nochevieja sigan adelante.
La mayor ciudad de Australia, Sídney también ha decidido seguir con su ya tradicional espectáculo de fuegos artificiales, que ha iluminado el puerto de la ciudad a pesar de ser una de las ciudades con máscasos de coronavirus en el mundo. Horas antes de comenzar las celebraciones las autoridades sanitarias informaron de un récord de 32.000 nuevos casos en el país, destaca el diario británico The Daily Mail.
Tres horas antes del comienzo de la medianoche hicieron también un espectáculo de fuegos artificiales que iluminó la Ópera de Sídney para que lo pudieran disfrutar también los más pequeños.
Nueva Zelanda también ha dicho ya adiós al 2021, después de suavizar las medidas sobre reuniones públicas y celebrando un espectáculo de luces en Auckland.
Dubái tiene previsto un espectáculo pirotécnico en Burj Khalifa, el rascacielos más alto del mundo. Rio de Janeiro llevará a cabo sus celebraciones en la playa de Copacabana, aunque en un formato más reducido al de otros años.
En Hong Kong, unas 3.000 personas tienen previsto un concierto de Nochevieja con estrellas locales, que será el primer gran evento que se celebre desde 2018, ya que en 2019 tuvieron que cancelarlo por la situación política y un año más tarde por la pandemia.
En Tailandia, las autoridades han permitido que se celebren las fiestas y los fuegos artificiales, aunque con estrictas medidas de seguridad.
En China se han cancelado multitud de eventos y el gobierno ha pedido a la población que evite salir de casa si es posible.
Las autoridades han informado de que se retrasmitirá un vídeo pregrabado por internet y por televisión para que los coreanos puedan celebrar la llegada del nuevo año desde sus casas.
Las autoridades, además, planean cerrar playas y otras atracciones turísticas donde normalmente se concentraban cientos de personas para ver el primer amanecer del año.
Seúl, capital de Corea del Sur, canceló su ceremonia anual por segundo año consecutivo por el aumento de casos. Situación similar es la que se va a vivir en India, donde millones de personas pasarán las fiestas desde casa, con toques de queda nocturnos y numerosas restricciones.