Lo que comenzó como una agradable mañana acabó en una trágica pesadilla para un padre y su hijo en Durham, situada en el noreste de Inglaterra, en Reino Unido.

Se trata de otro atropello a un ciclista que ha conmocionado a todo el país. El pequeño Noah, de 6 años, disfrutaba de un paseo en bicicleta junto a su padre. El menor iba protegido por un casco negro y con un chaleco reflectante, pero ninguno de estos sistemas pudo evitar que un coche le arrollase tanto a él como a su padre cuando se encontraban en su paseo.

El vehículo del accidente es un Mercedes Benz blanco que dobla el límite de velocidad. El autor de este atropello es un joven que conducía bajo los efectos de las drogas y que se los llevó por delante con su vehículo.

La cámara que el padre llevaba en el casco grabó esos angustiosos momentos que, ahora, la policía ha publicado para concienciar a otros conductores.

Por el accidente el pequeño de 6 años ha sufrido graves heridas de las que se está recuperando: una hemorragia cerebral y varias fracturas en la pierna izquierda y en la clavícula.

Un impacto brutal, que dejaba casi irreconocible el coche. Gracias a las cámaras de seguridad, las autoridades consiguieron identificar al conductor: Harry Summersgill, un narcotraficante de 24 años que todavía tenía restos de cocaína cuando lo detuvieron. El joven ha sido condenado a 3 años de cárcel.

El inspector Dave Williams, de la Unidad de Operaciones Especializadas de Cleveland y Durham, aseguró que el accidente podía haber terminado en tragedia, según recoge The Northern Echo: “Noah y James estaban en bicicleta y tenían una mañana agradable cuando Harry Summersgill, conscientemente bajo la influencia de un cóctel de drogas, conducía su automóvil y golpeó a Noah en alta velocidad. La familia de Noah sabe lo afortunados que fueron ese día; el resultado podría haber sido mucho peor y todos estamos agradecidos de que no fuera así".