El caso de este asesino en serie de mujeres ha conmocionado a la sociedad chipriota, un caso que la propia policía ha descrito como "sin precedentes". Se abrió cuando dos turistas descubrieron, por casualidad, un cuerpo en el pozo de una mina abandonada en el pueblo de Mitsero, a unos 30 kilómetros de la capital chipriota.
El cuerpo fue identificado como el de Mary Rose, una mujer filipina de 39 años que desapareció junto a su hija de 6 años el pasado mes de mayo. Las autoridades examinaban el pozo en busca de la pequeña y el pasado sábado, encontraron el cuerpo de otra mujer adulta. Se sospecha que puede ser el de otra filipina de 28 años que también despareció el pasado verano.
Según informan medios locales como sigmalive, el asesino contactaba con sus víctimas a través de una aplicación de citas y las estrangulaba mientras mantenía relaciones sexuales con ellas. Tras ser detenido confesó el asesinato y señaló el pozo como el punto en el que se encontraban los cadáveres.
Las tareas de búsqueda en el pozo se han detenido por problemas de seguridad. El encargado de la búsqueda,Markos Tragolas informó que había habido un descenso de las vigas metálicas que sostienen los ascensores y que por lo tanto, se procedía al bloqueo de estos. Ahora la búsqueda se centra en un lago cercano, el lago Mei en Xyliatos, en él, trabajan vario botes y una cámara robotizada pero, el proyecto se ve obstaculizado por una visibilidad y una morfología prácticamente nula del fondo acuático.
Las autoridades han comunicado que la investigación se llevará hasta el final y no descartan el hallazgo de otros cuerpos. El pozo es la principal línea de investigación de la Policía. Se investiga la desaparición de 22 mujeres filipinas.
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