Dos mujeres asesinadas a la semana: la tragedia silenciosa del Reino Unido
Al menos 75 mujeres han sido asesinadas en el Reino Unido en lo que va de año
Este año, de 58.657 denuncias por violación, solo 1.758 han acabado en condena
Dos a la semana. Esta es la media de mujeres asesinadas en el Reino Unido por sus parejas o ex parejas. Una cifra escalofriante que ofrece “Refuge”, la principal ONG que lucha contra la violencia doméstica en el país. Como las autoridades no proporcionan datos oficiales ni actualizados, la directora de la organización “Nia”, Karen Ingala-Smith, decidió crear en 2012 una lista en la que recoge sus nombres, el día en el que las mataron y quién lo hizo.
Se titula “Contando mujeres muertas” y nos ha permitido saber que al menos 75 han sido asesinadas ya en lo que va de año. La primera de 2019 (el mismo 1 de enero) se llamaba Charlotte Huggins, tenía 33 años; la última, hace tan solo unos días, Sandra Samuels, tenía 44. En ambos casos sus respectivos asesinos han sido ya condenados.
“En un 50 por ciento de las ocasiones las mataron usando un cuchillo”, explica Ingala- Smith. Sin embargo, a pesar del debate que hay en el Reino Unido sobre el aumento de los asesinatos con arma blanca, el juicio por la muerte de Charlotte atrajo muy poca atención. La criminóloga de la Universidad de Liverpool, Sandra Walklate, resalta que “la violencia contra las mujeres en este país permanece casi por completo invisible”. Ingala-Smith intenta compensar ese silencio colgando un enlace de la noticia de cada muerte aparecida en la prensa; noticias que pocas veces se cuelan en un informativo de una radio o una televisión británicas, y que en los diarios digitales rara vez se identifican como “violencia de género”, ni se analizan sus causas ni las circunstancias. Y eso que los expertos insisten en la magnitud del problema. Según Walklate, “las cifras han permanecido bastante constantes en los últimos 40 años”.
“Homicidios domésticos”
En el Reino Unido cuando se publican cifras sobre violencia doméstica no se especifica el sexo de la víctima o si se trata de adultos o menores, aunque unas tres cuartas partes de las personas asesinadas por sus parejas, sus ex parejas o un miembro de su familia son mujeres y los sospechosos son predominantemente hombres.
Según datos publicados ahora por la BBC, el año pasado 173 personas fueron asesinadas en episodios de violencia doméstica. El dato de “homicidios domésticos”, como lo definen aquí, fue obtenido por la radio televisión pública británica gracias a una solicitud que tramitó bajo la ley de Libertad de Información a cada una de las 43 fuerzas policiales del país. En esta estadística, no se precisa cuántas de las víctimas son mujeres, pero según el registro no oficial “Contando mujeres muertas” fueron 146.
Para la directora de “Refuge”, Sandra Horley, estas cifras son "verdaderamente espeluznantes". La violencia doméstica es una vergüenza nacional”. El problema es enorme. Se calcula que cuesta a las arcas públicas unos 75.000 millones de euros al año en Inglaterra y Gales, según el Ministerio del Interior, del que depende este tema. Y solo ahora, el Gobierno británico, presionado por las ONGs, parece empezar a ponerse las pilas. Precisamente esta semana el Ejecutivo ha nombrado una nueva figura: una Comisaria del Abuso Doméstico que, entre otras cosas, hará recomendaciones sobre qué hacer para proteger mejor a las víctimas y llevar ante la justicia a más agresores.
Nueva legislación
El nuevo proyecto de ley sobre “Abuso Doméstico” (ese es el término más usado por las autoridades) lleva años de retraso. Fue una promesa de Theresa May que ahora, el actual Primer Ministro, Boris Johnson, se ha comprometido a tramitar en el próximo curso parlamentario que arranca el 14 de octubre.
Muchas mujeres no huyen de la violencia porque no tienen otro hogar donde refugiarse.
El contenido de la nueva legislación pone de manifiesto que queda mucho por hacer en el Reino Unido: aportará la primera definición gubernamental sobre “abuso doméstico”, que incluirá el abuso económico y el comportamiento controlador y manipulador (no físico); y contemplará la responsabilidad legal de los ayuntamientos para que las víctimas que tengan que huir de su hogar dispongan de un techo. Este es uno de los principales problemas. Muchas no huyen de la violencia porque no tienen otro hogar donde refugiarse. Por otro lado, entre las deficiencias de esta ley está, según Amnistía Internacional, la falta de protección para mujeres inmigrantes que tienen miedo de ser detenidas y deportadas.
Durante los últimos años se han dado algunos pasos importantes como la denominada “Ley Clare”, que desde 2014 permite consultar si tu pareja tiene antecedentes. Aún así, la policía constata que muchas mujeres ponen sus vidas en peligro optando por no querer saber. Las campañas de concienciación con números de teléfono especializados para atender llamadas 24 horas al día, han permitido ayudar a muchas mujeres, pero el sistema sigue fallando.
Lo reconoce la inspectora de policía de la región del norte de Yorkshire, Julia Mulligan: “Se han producido inconsistencias en las actuaciones policiales. Tenemos que cerciorarnos, por ejemplo, de que los agentes están entrenados para entender lo que es el control coercitivo de los agresores”. Además, para Ingala Smith, “todavía hay mucho que hacer sobre cómo educamos a los niños en el Reino Unido y debemos dar un paso más: no tener miedo de hablar de la violencia del hombre hacia la mujer”.
Escándalo mediático
Precisamente hace tan solo unos días la prensa devolvió a la actualidad un caso sonado: el de la leyenda del cricket Geoffrey Boycott, que fue condenado en Francia en 1998 por pegar a su novia en un hotel. Theresa May antes de su salida de Downing Street incluyó en la lista de personas condecoradas por sus servicios al país a este controvertido deportista británico y la reacción, al salir a la luz esta decisión, no se hizo esperar. Desde entonces, muchas voces piden que se retire ese reconocimiento y denuncian que el abuso doméstico no se toma en serio. Para Sandra Horley “envía a la sociedad un mensaje muy preocupante: que la violencia hacia las mujeres y las niñas es tolerado e incluso premiado”.
Denuncias por violación
Otro de los temas que ha generado titulares estos últimos días en el Reino Unido es el aterrador descenso de supuestos agresores procesados a pesar del significante aumento de las denuncias por violación, según la Fiscalía General del Estado. Se está extendiendo la sensación de que el sistema judicial está fallando a las mujeres. Y es que este año, de 58.657 denuncias por violación, solo 1.758 acabaron en condena. Por si esto fuera poco, según una exclusiva del diario “The Guardian”, miles de informes de violaciones fueron registrados de forma errónea por la policía estos últimos tres años y, por tanto, muchos casos ni siquiera aparecen en las cifras oficiales.
Según la ONG “Nia”, un 40 por ciento de los adultos que han sido violados en el Reino Unido no se lo cuenta a nadie. Un silencio que comparten con quienes sufren a diario una violencia en su hogar (2 millones al año; tres cuartas partes mujeres).
Y es que “aunque muchas son conscientes de lo que viven, piensan que la manera de preservar su seguridad es mantenerse calladas y no denunciar”, dice su directora. El abuso doméstico es considerado ya el mayor problema que afecta a mujeres y niños en la sociedad británica pero esta tragedia silenciosa grita por hacerse oír y lograr frenar unas cifras que, lejos de bajar, siguen subiendo.