Apuñala mortalmente a su padre cuando participaba en una videollamada con 20 personas
Trató de huir por la ventana tras el crimen
Le apuñaló hasta 15 veces con varios cuchillos
Una veintena de personas presenciaron el asesinato
Thomas Scully-Powers, un hombre de 32 años, está acusado de la muerte a puñaladas de su padre, de 72. Cometió el crimen mientras participaba en una videollamada con otras 20 personas, que fueron testigos de lo ocurrido.
Los hechos ocurrieron el jueves, poco después de mediodía. El joven embistió a su padre en su casa de Amityville, en Long Island, y le asestó varias puñaladas en la espalda, el cuello y el torso con varios cuchillos diferentes. Estaba en plena videoconferencia y, los participantes, unos 20, llamaron inmediatamente al número de emergencias, según ha indicado la policía del condado de Suffolk, en la periferia de Nueva York, en un comunicado.
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En menos de una hora, Thomas Scully-Powers fue arrestado por la Policía, que le tuvo que trasladar al hospital por heridas leves. Se hizo pequeñas lesiones al saltar por la ventana cuando trataba de huir.
Han admitido que la mayor dificultad fue encontrar la vivienda, porque desconocían donde residía el presunto asesino.
"Vieron cómo cayó ante la pantalla y luego escucharon una respiración agitada", ha declarado el teniente detective Kevin Beyrer, del departamento de homicidios de la Policía del condado de Suffolk, al diario Newsday. “Fue horrible que tuvieran que presenciar esto", añadió.
Las declaraciones del presunto asesino
Además, según un testigo citado por ABC News, se pudo ver a un hombre calvo quitando las sábanas de la cama y colocándolas en el suelo, como si estuviera cubriendo algo.
Por su parte, el fiscal del distrito, Tim Sini, ha declarado según el mismo medio que "según las propias admisiones del acusado, apuñaló brutalmente a su propio padre repetidamente hasta que estuvo seguro de que estaba muerto".
Scully-Powers admitió que apuñaló a su padre aproximadamente 15 veces y usó "varios cuchillos diferentes porque las cuchillas seguían doblándose".
Se enfrenta, por ello, a cargos de asesinato en segundo grado. Si es declarado culpable, se enfrenta una sentencia máxima de 25 años.
El asesinato parece ser el primero durante una llamada en Zoom, cuyo uso y popularidad han emergido por las medidas de confinamiento debido a la crisis del coronavirus que ha obligado a muchas personas a recurrir a este tipo de plataformas para reunirse cuando teletrabajan, para asistir a clases o, verse con sus amigos y familiares.