Un día después de que la madre de Alejandro Ripley, un niño de nueve años de Miami, denunciase su secuestro, los investigadores encontraron su cuerpo sin vida. La primera versión de la mujer era falsa. Tras ser detenida con cargos de asesinato en primer grado, Patricia Ripley confesó haber matado al menor. "Él va a estar en un lugar mejor", dijo. El crimen ha conmocionado a toda la comunidad porque el niño, además, tenía el síndrome del espectro autista (TEA) y no hablaba.
Según denunció en un primer momento, el jueves dos hombres subidos a bordo de un coche la obligaron a girar el suyo hacia una calle, donde la bloquearon en el aparcamiento de un establecimiento. Uno de los ocupantes se bajó y le pidió droga y ante su negativa, secuestraron al niño, según publica 'Local10'.
Sin embargo, los investigadores no creyeron su versión. Habían visto las imágenes de una cámara de seguridad que les hicieron sospechar: la mujer, de 45 años, se quedó en el interior de un vehículo estacionado durante unos 15 minutos antes de denunciar la desaparición de su hijo. Posteriormente, viandantes hallaron el cuerpo del menor y los investigadores arrestaron a su madre, a la que acusan de “asesinato en primer grado y premeditación de asesinato”. Está en prisión sin fianza en el Centro de Correcciones de Miami-Dade.
Según confesó ella misma, se inventó el secuestro y fue ella quien causó su muerte. Consujo hasta un canal, donde arrojó al niño, que hallaron con un traumatismo en la cabeza. “Él va a estar en un lugar mejor”, dijo.
Desde el momento en el que se denunció la desaparición del niño, la Policía Estatal de Florida emitió una Alerta Ambar, que posteriormente cancelaron tras el hallazgo del cuerpo sin vida del niño por parte de vecinos de la zona, que escucharon los gritos del niño.
Ante la noticia de la desaparición, la población local manifestó su consternación por las redes sociales por el relato incongruente sobre lo ocurrido con el menor de 9 años, que según ha trascendido, la condición de autismo que padecía le impedía hablar, por lo que su madre era su voz. Tanto es así que han organizado un memorial.
El mismo director del Departamento de Policía de Miami-Dade, Alfredo Ramírez, también ha dicho sentirse desolado por el caso.