La muerte de Diego Armando Maradona ha sacudido a toda Argentina, donde se han sucedido las manifestaciones y los gestos en honor al mítico futbolista. ‘El Pelusa’ lo era todo en el país; un ídolo que pese a sus excentricidades, sus adicciones y sus excesos fuera del campo, será eterno tras escribir con sus botas una parte de la historia de la nación, que en aquel Mundial del 86 vio como llegaba a lo más alto del deporte más amado en el país.
El ‘barrilete cósmico’, el autor del ‘Gol del Siglo’ y ‘La Mano de Dios’, era profundamente querido. Por eso, tras conocerse su muerte el 25 de noviembre por “insuficiencia cardiaca aguda”, tal y como ha revelado la autopsia, todo el mundo quería acudir a despedir al jugador.
Tanto en el traslado del cuerpo al cementerio como antes, en la capilla ardiente, la despedida ha estado marcada por la pasión colectiva, que por momentos era tal que ha requerido la intervención de las autoridades, con enfrentamientos y la situación completamente descontrolada.
Hoy llueven críticas por la organización del sepelio, que irritó a muchos seguidores deseosos de poder entrar a la capilla ardiente.
Camino al cementerio de Bella Vista, donde ya reposan sus restos mortales, también se han podido ver imágenes de sus seguidores persiguiendo al coche fúnebre y poniendo nuevamente en riesgo el cortejo funerario desde la Casa Rosada.
La devoción ha sido tal que, por un momento, muchos parecían olvidar que estamos en medio de una pandemia que también ha sacudido con crudeza a Argentina, situada entre los 10 países del mundo más afectados por el coronavirus, rozando los 1,4 millones de casos y las 38.000 muertes según datos de la prestigiosa universidad Johns Hopkins.
En esta línea, el ministerio de Salud de Buenos Aires, Fernán Quirós, ha querido recordar del “riesgo epidemiológico” que suponen las aglomeraciones y las conductas vividas en el marco de los actos de despedida de Maradona, si bien se ha mostrado comprensivo ante el impacto que ha tenido la muerte del mítico jugador.
"Lo que vimos ayer decididamente no fue bueno, por supuesto que le agrega un riesgo epidemiológico a la situación metropolitana, es cierto también que tiene cierta mitigación porque ha ocurrido todo en el espacio abierto, pero decididamente es la imagen que tenemos trabajar para evitar", ha dicho, antes de matizar: "Fue un día muy especial, un día muy caro en términos emocionales y sentimentales para todos nosotros, para lo que es el ser argentinos y lo que significa Maradona en términos emocionales y en términos racionales. Es entendible la situación en un año tan doloroso, es entendible lo que pudimos ver, pero decididamente es lo que tenemos que evitar".
Ante los posibles efectos de los actos de despedida, Quirós ya ha avanzado que hay que esperar entre 7 y 14 días para ver su impacto epidemiológico, recalcando que se reforzará "toda la estrategia de rastreo y testeo".