Nuevo episodio en la larga crisis en las relaciones entre Marruecos y Argelia. El detonante del último episodio fue la defensa por parte del embajador permanente de Marruecos ante la ONU de la autodeterminación de la Cabilia argelina. A juicio del representante marroquí, Omar Hilal, este pueblo bereber “la merece más que cualquier otro”. “Si se plantea para una entidad quimérica [en relación al Sáhara Occidental], no se puede rechazar para el pueblo cabilio, uno de los pueblos más antiguos de África, que sufre la más larga ocupación extranjera”, aseguró el diplomático marroquí en un texto dirigido al Movimiento de Países No Alineados después de la intervención del nuevo ministro de Exteriores argelino en el foro. Argel ha llamado a consultas a su embajador en Rabat.
Al referirse a la supuesta vuelta a las hostilidades entre Marruecos y el Frente Polisario, el embajador marroquí en Nueva York remarcó que “esta ficción no existe más que en los comunicados de propaganda del grupo separatista armado, el Polisario, y de la agencia de prensa argelina”. “Aunque le disguste al Ministerio de Exteriores argelino, la situación en el Sáhara marroquí es calma y serena, como reporta cotidianamente la Minurso y confirman los medios internacionales”, precisaba.
Las afirmaciones de Hilale habían sido, a su vez, la respuesta al titular de Exteriores argelino Ramtane Lamamra –segunda etapa al frente de la Cancillería argelina del veterano diplomático-, quien llevó a la reunión del Movimiento de los Países No Alineados entre los días 13 y 14 de julio la cuestión saharaui. “Llamamos al secretario general de Naciones Unidas a acelerar la nominación de su enviado especial y de lanzar un proceso político creíble entre las dos partes con el objetivo de alcanzar una solución política justa y durable que permita la autodeterminación del pueblo del Sáhara Occidental”, instaba el jefe de la diplomacia argelina, Ramtane Lamamra, en una nota remitida a la presidencia azerbaiyana del Movimiento de Países No Alineados.
La reacción de Argel se hizo esperar menos de cuatro días y este domingo el régimen militar llamaba a consultas “con efecto inmediato” a su embajador en Rabat. “En la declaración del Ministerio de Exteriores del 16 de julio se indicaba que Argelia esperaba del Reino de Marruecos que clarificara su posición definitiva sobre la situación de extrema gravedad creada por las declaraciones inadmisibles de su embajador en Nueva York”, afirmaba en una nota la Cancillería argelina este domingo.
“Desde entonces y en ausencia de ecos positivos y apropiados de la parte marroquí, se ha decidido hoy la llamada, con efecto inmediato, a consultadas, del embajador de Argelia en Rabat, sin perjuicio de otras medidas eventuales en función de la evolución de este asunto”, anunciaba el Ministerio argelino de Exteriores.
Antes, desde el movimiento argelino islamista El-Bina, había ido más lejos al aseverar que las palabras del representante marroquí equivalían a “una declaración de guerra contra Argelia”. Ahora se espera la respuesta de las autoridades marroquíes.
Marruecos y Argelia son enemigos desde sus respectivas independencias. El problema del Sáhara Occidental no ha hecho más que agravar desde hace más de cuatro décadas las relaciones bilaterales. Un conflicto que impide la aproximación e integración económica y política entre los dos vecinos magrebíes. Las fronteras terrestres de los dos vecinos permanecen cerradas desde 1994.
“El embajador marroquí ha recordado al ministro argelino de Asuntos Exteriores que la autodeterminación que él defiende como derecho para lo que llama ‘pueblo saharaui’ no es un principio y era esperable la reacción del responsable marroquí”, explica a NIUS el experto en relaciones entre Marruecos y Argelia Oualid Kebir.
“La respuesta del embajador marroquí ha sido rápidamente explotada por el régimen argelino, como si estuviera esperando una etapa como esta para reforzar su frente doméstico, sobre todo después del boicot del pueblo argelino a las elecciones tres veces seguidas”, abunda el politólogo argelino afincado en Marruecos.
Sobre el uso por parte de Argel de las palabras del representante marroquí, el catedrático emérito de Estudios Árabes e Islámicos de la Universidad Autónoma de Madrid Bernabé López García estima que “Argelia, que está en el sanatorio político después de unas elecciones ninguneadas por la población, con un repunte de la represión y unas fuerzas políticas sin ninguna representatividad que han considerado el discurso del diplomático marroquí como ‘una declaración de guerra’, ha optado por una gesticulación para la galería que reforzará de la otra parte, la marroquí, más gesticulaciones justificatorias”.
Por su parte, un politólogo argelino afincado en España que prefiere permanecer en el anonimato asegura a NIUS que “no hay un antecedente inmediato entre ambos países que justifique la injerencia de Marruecos en asuntos de un país soberano y vecino”. “Creo que es un desvío por parte de la diplomacia marroquí proclamar la Cabilia como territorio no perteneciente a Argelia. Espero que Marruecos pueda presentar algún argumento respecto de esta maniobra que no ayuda a apaciguar la guerra fría entre los dos países”, asevera el especialista.
En una línea similar, López García opina a NIUS que “es de vergüenza ajena el discurso del representante marroquí en la reunión de los no alineados suscitando el tema cabilio, no ya por lo sensibles que son los argelinos a este tema (envenenado también donde los haya) sino porque es absolutamente contradictorio con su propia política acerca del Rif y del Sahara”. “Mentar la autodeterminación en casa ajena, cuando es absolutamente contrario a reconocerla en la suya (ni siquiera en dosis homeopáticas de una verdadera autonomía) es bochornoso”, considera el especialista en historia y política del Magreb.
Para el consejero diplomático marroquí Samir Bennis, las palabras del embajador marroquí ante Naciones Unidas no significan que Rabat vaya a apoyar reivindicaciones independentistas cabileñas. “Marruecos ha logrado exponer la esquizofrenia, fragilidad e hipocresía del régimen argelino. Cualquier persona que conozca cómo se gestó la cuestión del Sáhara sabe que sin el complot de Argelia y España y la movilización por parte de Argel de los no alineados el conflicto se habría resuelto. Sin embargo, Marruecos nunca ha hecho nada por socavar la integridad territorial argelina”, explica a NIUS.
Los cabilios o cabileños son un pueblo bereber que vive en la región de la Cabilia, al noreste de Argelia, entre el Atlas y el Mediterráneo. Desde hace cuatro décadas los cabilios defienden el reconocimiento de la identidad, incluida la lengua, bereber en el Estado argelino. Su lengua es el tamazight, “lengua nacional” desde 2002 y “oficial” desde 2016.
En las últimas elecciones legislativas argelinas –celebradas anticipadamente el 12 de junio pasado- los cabileños han dado la espalda al régimen militar argelino, al optar muy mayoritariamente por la abstención. En wilayas o provincias como Bugía, Buira y Tizi Uzu, en la Cabilia, la participación no alcanzó ni el 1% del censo.