Lexi ya había sobrevivido a la muerte nada más nacer. Ya que su madre dio a luz tres meses antes de lo previsto.
Esta vez Lexi, de Mountsorrel, Inglaterra, no pudo sobrevivir a las heridas causadas por su perro, un mastín que llevaba varias semanas en la familia. El animal atacó a la pequeña y la sacudió como si fuera una muñeca de trapo. Los equipos de emergencia nada pudieron hacer por ella. La niña de cuatro años falleció en el hospital.
Su madre, Jodi, no dudó en coger un cuchillo y apuñalar al perro que habían recogido de un centro de acogida hasta la muerte. Una amiga de la madre relata al diario The Mirror que fue “horrible” ver a Jodi “salir de su casa corriendo ensangrentada”.
El perro había sufrido abusos en el pasado, pero la madre de Lexi nunca pudo imaginar que algo así podría pasar, cuentan sus amigos, porque el animal era muy cariñoso con la niña y siempre estaban jugando juntos.