En pocos días se conmemoran 75 años de la liberación del campo de concentración de Auschwitz, donde los nazis asesinaron a más de un millón de personas durante la II Guerra Mundial.
Memoria viva de aquel horror, una descendiente de sefardíes españoles. A sus casi 95 años Annete Cabelli sigue contando el horror en Auschwitz. El exterminio sigue en su cabeza, el 4065 en su antebrazo. No la mató el tifus, tampoco el hambre, el frio o la cámara de gas como a su madre. Dos años y dos meses en la fábrica de matar. Así llama al Campo nazi. Ni una lágrima derramó. Tenía 17 años y su meta era vivir.
Lleva 75 años contándolo porque fue real, insiste. Arrastra fuerza, ternura y humor desde Francia a su querida España. Porque es sefardí, descendiente de los judíos expulsados en 1492. Volvió a pisar Auschwitz a los 50. Sobrevivir fue su victoria. Cuesta despedirse de Annette, un libro de historia, “hasta que pueda hablar”, asegura, hasta ese día seguirá contando la barbarie nazi.