Es la imagen de la esperanza en el terremoto de Indonesia donde, al menos, 42 personas han perdido la vida. Es la imagen de una niña, que se hace llamar Angel, ha sido hallada con vida entre los escombros de un edificio derruido de los que sobresale sólo su cara, en uno de los vídeos publicados por la agencia de gestión de desastres (BNPB) sobre el incidente de anoche. La menor comenta a los rescatistas que hay más personas además de ella aprisionadas entre los cascotes, alguna con dificultad al respirar. Katherine está junto a ella porque la siente respirar. En pleno anillo de fuego del Pacífico la gente sabe lo que es correr tras un temblor en busca de los familiares.
El operativo de rescate está siendo lento y se enfrenta a enormes dificultades por la falta de maquinaria pesada y suministro eléctrico para buscar a posibles víctimas entre las más de 300 casas derruidas, además de un hotel, un hospital y la oficina del gobernador regional, apunta en un comunicado la BNPB. La ciudad de Mamuju, a 36,1 kilómetros al norte del epicentro, es la más afectada y donde se han registrado hasta el momento 26 víctimas mortales, aunque no han precisado el número de heridos en esta urbe de más de 100.000 habitantes.
Al menos 42 personas han perdido la vida y cientos han resultado heridas después de que un terremoto de magnitud 6,2 en la escala Richter sacudiera la isla indonesia de Célebes este viernes de madrugada. Las autoridades de Indonesia han informado, además de que 15.000 personas han tenido que ser evacuadas ante el temor a un posible tsunami, según informaciones de la cadena CNA.
Por el momento, los equipos de rescate han recuperado los cuerpos de 34 personas en Mamuju, una ciudad de la provincia Célebes Occidental. Los restos de otras ocho personas han sido recuperados en el sur de la isla. "No sabemos cuantos han desaparecido", ha lamentado un portavoz de la Agencia de Mitigación de Desastres de Mamuju. "Aún hay mucha gente bajo los escombros", ha alertado.
El presidente del país, Joko Widodo ha expresado sus condolencias por la "pérdida de vidas". "De parte del Gobierno y del pueblo indonesio, expreso mis más profundas condolencias", ha dicho, según informaciones de la agencia Antara. El mandatario se ha puesto en contacto con las autoridades locales y ha instado a las diferentes agencias del Gobierno que "respondan inmediatamente a la emergencia", si bien ha pedido a la población "calma". "Seguid las instrucciones de las autoridades", ha subrayado.
El terremoto, cuyo epicentro se encuentra a 6 kilómetros de la ciudad de Majene, tiene su hipocentro a unos 10 kilómetros de la superficie y ha hecho saltar todas las alarmas en la isla, donde cientos de residentes han huido en motocicletas a zonas de mayor altitud.
Las autoridades han indicado que un hospital de Mamuju ha sufrido graves daños. "Hay pacientes y médicos sepultados por los escombros en su interior y estamos tratando de llegar a ellos", ha aseverado la agencia. El temblor también ha provocado deslizamientos de tierra en al menos tres lugares entre Majene y Mamuju, según datos del Gobierno, que ha aconsejado a los residentes mantenerse alejados de los edificios y las playas.
El servicio geológico de Estados Unidos, que registra la actividad sísmica mundial, localizó el hipocentro a 18 kilómetros de profundidad. Dwikorita Karnawati, directora del departamento de climatología y Geofísica, señaló que conforme a los análisis que manejan es posible que sucedan fuertes réplicas, por lo que pide a la población que eviten los edificios altos que podrían derrumbarse ante nuevos temblores.
El fuerte temblor, que duró entre 5 y 7 segundos y que fue precedido por otros sismo de magnitud 5,9 más de doce horas antes, también ha provocado al menos tres corrimientos de tierra que dificultan las tareas de rescate y distribución de ayuda.
En septiembre de 2018, un terremoto de magnitud 7,5 sacudió la isla de Célebes y originó un tsunami que causó más de 2.000 muertos y 200.000 desplazados en las poblaciones de Palu y Donggala. Indonesia se asienta sobre el llamado "Anillo de Fuego del Pacífico", una zona de gran actividad sísmica y volcánica en la que cada año se registran unos 7.000 terremotos, la mayoría moderados.