El copiloto, Andreas Lubitz, ocultó que estaba de baja médica y bajo tratamiento
Informativos Telecinco
27/03/201515:17 h.El pasado martes Andreas Lubtiz sale de su casa de Dussseldorf donde ha dejado, roto en pedazos, su parte de baja por enfermedad. Ese día no podía volar, pero no se lo contó a la compañía. Tampoco se lo dijo a su comandante ni al resto de la tripulación cuando subió al avión para hacer el primer salto, de Dusseldorf a Barcelona. Lo que hizo en el vuelo de vuelta trágicamente ya lo sabemos. La fiscalía alemana tiene pruebas de que Andreas Lubitz estaba en tratamiento médico y que no era la primera vez que destruía sus partes de baja. La prensa alemana cuenta su historial. El primer episodio depresivo grave con crisis de angustia y estrés fuerte lo tuvo en 2009, estuvo de baja seis meses y en tratamiento año y medio. Todo quedó constatado en un acta del departamento de tráfico aéreo alemán que especificaba la necesidad de que Andreas Lubitz se sometiese a revisiones médicas regulares. Pero esa profunda depresión fue disminuyendo, aunque durante sus prácticas en Arizona le declararon temporalmente no apto para volar. Cuando se incorpora a Lufthansa pasa todas las pruebas médicas. Está al cien por cien, decía el presidente de la compañía. De su vivienda en Dusseldorf y de la casa de sus padres los investigadores han salido cargados de cajas y bolsas que aporten más datos además sobre un supuesta crisis existencial personal.