La guerra ha acabado con miles de vidas en Ucrania y ha interrumpido otras millones. Entre la destrucción y la muerte, el amor continúa abriéndose paso. Ya son varias las parejas que han celebrado su boda o pedido la mano en las trincheras. No es ni mucho menos el momento que soñaron, pero sí el que necesitan.
Lesia y Valeriy han protagonizado uno de esos momentos enternecedores. Ambos se han casado en el frente, no se veían desde que comenzó la guerra. Los dos son soldados y se han dado el sí quiero con su ropa militar. Llevan 22 años juntos y tienen una hija en común de 18 años. "Estoy feliz de que estemos vivos y de que haya llegado este día", comenta ella.
Otro de estos instantes especiales lo ha protagonizado un soldado. Como cada día, espera agazapado en la trinchera junto a sus compañeros. Sin embargo, ha cambiado el fusil por un ramo de flores que mira entusiasmado. A los pocos minutos llega su novia en un coche al lugar, mientras el resto de compañeros vigila el frente.
Irinka también es soldada y combate contra las tropas rusas. Desconoce lo que le aguarda en la trinchera de su novio. Después de hablar con uno de los militares, se da la vuelta y ahí está su pareja: arrodillado con el ramo de flores y un anillo. "Me enamoré de ti el día en que nos conocimos", le dice él en la petición. "Sí, quiero", responde sin dudarlo Irinka ante la celebración del resto de la compañía.
Una escena similar se ha repetido en Odesa, al sur de Ucrania. Tras los sacos terreros, un soldado ha sorprendido a su novia con una pedida de mano. Rodilla al suelo, flores, anillo y… la respuesta es un sí. Otra boda en camino.