De los casi 2,8 millones de refugiados que hay contabilizados por la guerra de Ucrania, la mitad ha ido a Polonia. Allí es donde la situación es más complicada y donde cualquier ayuda es poca. En la frontera se pueden encontrar a muchos españoles voluntarios que les cocinan hasta paella, cualquier cosa que mejore un poco su situación.
Un grupo de alicantinos que llegó este domingo a Przemysl, en Polonia, está cocinando paella sin parar para dar un plato caliente a los refugiados, que no paran de llegar. Anoche se batieron en ese punto récords de llegadas: se cree que es por los bombardeos cercanos, que están aumentando la tensión. Se instala la idea de que la guerra pueda pasar la frontera. El objetivo es evacuar al mayor número de gente en el menor tiempo posible.
Los cinco amigos de Alicante llegaron cargados con 1.000 kilos de arroz. Su idea es cocinar para quien huye de la guerra. "A nivel amateur hacemos paella, y a veces nos sale bien. Entonces dijimos que por qué no venir a ayudar", explica David Juan Díaz, de la iniciativa 'Paellas por la paz'. Van a preparar hasta 2.000 raciones al día, calculan. Cuando se acabe el arroz volverán a España con las furgonetas cargadas de refugiados.
Con autobuses, pero también de forma particular ha llegado a Polonia Sergio Gómez, otro de los voluntarios españoles. "En total, la idea nuestra es llevarnos a 220 personas", comenta. En la misma zona se encuentra David Férnandez, un madrileño que cruza a diario a Ucrania para sacar del país a mujeres y niños. "Entramos dos o tres horas a Leópolis y salimos", precisa. Hablamos de vidas salvadas a diario del asedio ruso.