Japón ha activado hoy la alerta de tsunami tras producirse un fuerte terremoto de magnitud 7,3 frente a las costas de Fukushima y Miyagi, al noreste del país, durante la pasada madrugada.
Cuando los hogares ya se preparaban para descansar, y casi a media noche, el norte de Japón comenzó a temblar violentamente y apagarse por completo. Tan solo se veían destellos que solo podían significar una cosa: el suministro de luz podía colapsar. Y así lo han confirmado las autoridades más tarde. Cerca de dos millones de personas se han quedado sin electricidad.
El terremoto, que ha alcanzado 7,3 en la escala de Richter ha sacudido los edificios de Tokio, según la cadena local NHK. El epicentro del terremoto se registró a 57 kilómetros al este-noreste de Namie a una profundidad de 63 kilómetros, según informó el Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS).
Las autoridades de Japón pidió a la población que se mantuviese alejada de la costa, para evitar posible incidentes debido al tsunami. La alarma era máxima porque el seísmo se ha producido en la misma zona que en 2011, cuando sucedió el desastre nuclear de Fukushima, que afectó a 20.000 personas.
Esta vez ni desastre nuclear, ni maremoto, puesto que la alerta de tsunami, por fortuna, finalmente solo indicaba olas de un metro.